Pregunta para Congreso de los diputados
Hace 9 años me diagnosticaron VIH. ¿Cuándo se va a exigir a los laboratorios médicos que haya avances en la posible cura del VIH para su internacionalización?
Hola. Me llamo Abel, tengo 36 años y hace 9 años me diagnosticaron VIH.
A mí me diagnosticaron cuando tenía 25 años. Yo acudía a muchas fiestas y mantenía relaciones sexuales sin protección. Nunca tuve una educación sexual lo suficiente amplía como para saber qué debía y qué no debía hacer sin correr ningún riesgo para mi salud. Ahora lucho porque haya avances y no se queden más tiempo paralizadas las investigaciones sobre la cura para el VIH. Esto debería de haberse solucionado hace muchos años ya.
Actualmente formo parte de una asociación donde damos apoyo a todas las personas con VIH. Hay mucha gente que no tiene a nadie o que, cuando reciben la noticia del diagnóstico positivo, se ven envueltos en una ola de discriminación familiar debido a una estigmas impuestos por una sociedad antigua y retrógrada.
Yo tuve la suerte de que mi hermano estuvo en todo momento junto a mí. Cuando te dicen que eres positivo, vuelvo a insistir, debido al estigma impuesto, piensas que te vas a morir y que tu vida acaba en ese mismo instante. Mi hermano lloraba conmigo, a mi lado, en la consulta, pero era de verme en el estado en el que estaba. No se puede consentir que en el siglo en el que estamos, tengamos más miedo “al qué dirán en la calle cuando se enteren” que a tu propio diagnóstico.
VIH significa virus de inmunodeficiencia humana y daña el sistema inmunitario al destruir los Linfocitos-T CD4 (un tipo de glóbulo blanco imprescindible para combatir las infecciones). Esto pone en riesgo a las personas sin tratamiento de sufrir infecciones graves y ciertos tipos de cáncer. El sida es una fase de la infección en la que el organismo es incapaz de hacer frente a las infecciones y las personas pueden morir a causa de estas enfermedades secundarias y no a causa del propio VIH. En los países desarrollados los casos de sida son muy extraños, ya que las personas en tratamiento no suelen llegar a fase sida. Pero en el mundo sigue habiendo un número enorme de personas seropositivas que no tienen acceso al tratamiento.
Para que la transmisión del VIH sea efectiva tienen que darse dos factores: la presencia del virus en alta concentración en fluidos con capacidad de transmisión (sangre, semen, flujo vaginal y la leche materna) y una vía de entrada que lo haga entrar al organismo y al torrente sanguíneo (heridas, micro heridas y mucosas).
Actualmente me encuentro perfectamente y he conseguido superar ese miedo social. Aun así, muy poca gente sabe que soy seropositivo porque la incógnita del rechazo ronda mi cabeza.
Me encuentro muy saludable, hago mucho ejercicio y, ya, todas mis prácticas sexuales son con mucha protección. A pesar de eso, yo estoy en tratamiento desde el momento del diagnóstico y eso ha hecho que sea indetectable=intransmisible.
Quiero que todo el mundo se informe para que entiendan que el tener VIH no es algo incapacitante y que haga retrasar tu vida ¡No! Hay que tener cuidado y, sobre todo, utilizar las medidas adecuadas para no poder contraer ninguna ITS, pero si en algún momento ocurriera: “No tengas miedo, no estás solo. El rechazo ya es parte del pasado”.
Por todo lo plasmado, lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados para que haya más visibilidad e investigación para el VIH y el resto de ITS.
También necesitamos avances en la cura. Hay virus, como el Covid-19, que han sido resueltos rápidamente a nivel mundial. ¿Cuánto tiempo lleva el VIH entre nosotros? ¿No se considera que deberíamos intentar erradicarlo de una vez? Para eso queremos más investigaciones efectivas y que los laboratorios no pongan más trabas a los Gobiernos y, lo más importante, la ciudadanía.
Por último, es totalmente fundamental que una persona a la que le diagnostican una ITS o alguna otra afección, tenga un acompañamiento psicológico en todo momento. Esas situaciones son horribles, hay diferentes tipos de sanitarios y algunos te lo dicen de una manera más fría que otros. Por eso, ante la posibilidad de quedarnos en shock y pensar que es el fin de nuestra vida –MENTIRA-, necesitamos terapeutas para ayudar en el proceso mental.