Pregunta para Asamblea de Madrid
Más de 30.000 personas han muerto en residencias de ancianos durante la pandemia: Madrid lideró el exceso de mortalidad. Firma para exigir a los partidos políticos un compromiso para una ley de Residencias
La pandemia de Covid-19 ha dejado al descubierto las graves y numerosas deficiencias del sistema de residencias en nuestro país. La estadística oficial del Ministerio de Sanidad recoge más de 30.000 muertos en nuestro país, un número que sería mayor al no incluir a fallecidos en la primera ola que no tuvieron una prueba diagnóstica. La Comunidad de Madrid está, tristemente, a la cabeza en número de muertos en estos centros: 6.187 vidas perdidas (casos confirmados y con síntomas compatibles) según los datos del IMSERSO. Un reciente informe de Envejecimiento en Red indica que esta aterradora cifra de mortalidad es un 53% mayor que la media de todo el país.
Queremos reiterar nuestra más absoluta repulsa a la gestión de las residencias de ancianos en la Comunidad de Madrid antes, durante y después de la pandemia de Covid-19. Esta gestión ha tenido resultados especialmente trágicos tras el protocolo firmado por Carlos Mur, exdirector general de Coordinación Sociosanitaria. Mediante este protocolo se excluía de la derivación hospitalaria a los residentes con dependencia ante el mayor pico incidencia del virus.
Desde ADEMAF, Marea de Residencias y otros colectivos, llevamos mucho tiempo denunciando las deficiencias del sistema de residencias. Si de algo ha servido esta crisis, ha sido para poner en evidencia que el sistema de cuidados está obsoleto. Hay que cambiarlo radicalmente, desde los cimientos. Buscamos un cambio estructural.
Ahora que nuestros representantes políticos en Madrid están de nuevo en campaña queremos llamar su atención y exigirles que nunca olviden lo que ha pasado en las residencias. ¿Cómo se posicionan cada uno de los partidos en esta materia? ¿Cuáles son sus promesas sobre la gestión de las residencias si llegan a gobernar la Comunidad de Madrid?
Han de tomarse las medidas adecuadas de una vez y para siempre. Para promover la calidad de vida de las personas, hay que poner a éstas en el centro de los cuidados. Considerando los cuidados como una inversión, no como un gasto. Hay que dotar del valor que le corresponde a las profesiones ligadas a los cuidados.
No podemos seguir permitiendo que con dinero público los cuidados sean un negocio para empresas privadas. Es necesario que progresivamente, pero sin demora, la atención a las personas sea un derecho garantizado por las instituciones mediante servicios públicos gestionados sin intermediarios.
Aspiramos a que los cuidados se realicen preferentemente en el propio domicilio de la persona o en pisos adaptados. Pero hasta llegar a conseguir ese propósito, ante la grave y dolorosa situación que viven las personas en las residencias, pedimos al Gobierno central que garantice un marco legal, una ley estatal que las comunidades autónomas deben desarrollar y aplicar. Una ley de mínimos suficientes con una serie de puntos que consideramos indispensables y urgentes. Aquí algunos de ellos:
-Es fundamental destinar un presupuesto para inversión en la construcción de pequeñas residencias de gestión directa, que sean accesibles y con amplios recursos técnicos y construidas en centros urbanos de proximidad para permitir la integración del residente en su entorno familiar.
-Digitalización de los datos para que los historiales de los residentes, que son datos sensibles, no se pierdan de ordenador en ordenador cuando las empresas cambien de gestión.
-En cuanto al personal, es muy importante que se especifiquen los trabajadores de presencia en cada turno, definiendo el número de profesionales en cada categoría. Siempre atendiendo al número de plazas y al grado de dependencia, teniendo en cuenta la proporción óptima para que la persona sea el centro de los cuidados
-El personal sanitario de las residencias debe pasar a depender del sistema público de salud.
-Conectar los historiales digitalizados de los residentes con el centro de atención y el hospital que les corresponda.
-Garantizar siempre -no deberíamos ni tener que que decirlo- el acceso a la atención hospitalaria cuando el estado de salud del residente lo requiera.
-Las cuidadoras han de tener la formación adecuada, así como acceso a la formación continua a lo largo de su vida laboral.
-Las TCAE tienen un contacto estrecho y frecuente con los residentes. Para poder realizar su trabajo en condiciones dignas, con calidad y calidez, tendrían que dotarse a las residencias del personal suficiente para que se diera esta circunstancia. Proponemos un mínimo de un/a TCAE por cada cuatro residentes en los turnos de mañana y un/a TCAE por cada cinco residentes en los turnos de tarde. Por la noche, un/una TCAE por cada 8 residentes.
- En cuanto a los cuidados y actividades de los residentes, hay que decir que los menús y dietas deben mejorar su calidad, deben ser equilibrados y elaborados por especialistas. El médico debería cerciorarse de que a cada residente se le aplique la dieta que le corresponda según su salud. Las actividades diarias deben realizarse de forma preventiva, pensando en conservar las capacidades físicas y mentales de los residentes. Para ello es preciso dotar a las residencias de equipos multidisciplinares en proporción suficiente atendiendo siempre a las necesidades individuales y del conjunto.
-Los usuarios tendrán derecho a ausentarse de las residencias cuando lo deseen o cuando exista algún riesgo para su salud, comunicándose siempre por escrito a la residencia los motivos de la ausencia.
-Las familias deben disponer de horarios de visita flexibles, respetando las actividades diarias. Establecer una comunicación fluida entre la residencia y los familiares, asignando a cada familia una persona de referencia para mantener esa comunicación
-Promover en todas las residencias un consejo de usuarios, con la participación de familiares o amigos, que podrán ser tutores legales si así lo designan los residentes. Este consejo debe tener derecho a tener la información precisa para asegurar que se cumplen escrupulosamente los requisitos establecidos en esa ley de residencias.
-La Administración deberá realizar inspecciones periódicas y exhaustivas a las residencias y el grado del cumplimiento de la ley, solicitando los inspectores/as la presencia de miembros del consejo de usuarios y de trabajadores de la residencias. Dicho consejo de usuarios realizará de forma periódica informes vinculantes sobre la marcha del centro.
- Todos los residentes disfrutarán de un tiempo al aire libre, paseo, descanso y actividades. Debe ser un servicio indispensable y diario que no dependa de que el residente tenga visita o no.
#PorJusticiaResponsabilidades Para que no vuelva a ocurrir. Firma y comparte para que los candidatos a la Asamblea de la Comunidad de Madrid se comprometan y nos respondan.