Hola a todos, 

Me llamo Adrián, tengo 34 años y soy de Madrid. ¿Qué hago aquí, escribiendo estas líneas? Os preguntaréis quizá… Pues bien, para contar algo que algunos de los que estáis aquí ya conocéis.

Hace dos años me diagnosticaron cáncer. Todo comenzó con un dolor y la rotura de una arteria. Entonces lo vieron. Había una masa en mi estómago como consecuencia de un tumor. Tenía cáncer. Entonces la vida se para en seco, te avasallan los miedos, las dudas y la incertidumbre. Fueron meses de intervenciones y tratamiento de quimioterapia. Hasta que la enfermedad remitió. A día de hoy lo he superado, tan solo acudo a revisiones cada tres meses, y podría decir que estoy retomando mi vida, con todo lo que ello conlleva: volver tras el parón, asimilar los cambios, ser una persona distinta…

El cáncer es algo que no te esperas o no te explicas, y menos quizá teniendo 34 años. ¿Por qué a mí? Nunca piensas que un diagnóstico así pueda tocarte a ti. Pero así es, una realidad. Y a todas las personas que puedan verse en la misma situación les diría, lo primero, que al mínimo dolor que padezcan, acudan al médico. Y, lo segundo, que el cáncer no es una sentencia de muerte. Es una enfermedad que aterra, sí, pero la medicina avanza a pasos agigantados, y con ello las posibilidades de sobrevivir ante un diagnóstico oncológico. Pero para superarlo, hay que enfrentarse a ello, acudir al médico ante una mínima sospecha y luchándolo hasta el final.

Desde mi experiencia quiero mandar un mensaje esperanzador, y servir de apoyo a todo aquel que pueda necesitarlo, o que necesite un caso de referencia al que leer. La vivencia te dota de herramientas para sobreponerte a las situaciones, pero el apoyo profesional e institucional debería reforzarse siempre. Sin duda si hay algo que debo reivindicar es mayor asistencia psicológica en la Sanidad Pública y mayor inversión en investigación. Dos pilares clave para el paciente. 

¿Por qué no se garantiza una atención psicológica completa y continuada para los pacientes oncológicos? Cuando el cáncer llega, se sienta a tu lado, te golpea, te arrasa, y transforma todas tus prioridades. De repente te has convertido en enfermo y no sabes cómo gestionar las inquietudes y las incertidumbres que te rodean. Y, si desde mi experiencia debo reclamar algo, tengo claro que siempre pediría más investigación para SALVAR VIDAS. 

Por eso me dirijo a vosotros, familiares, amigos, conocidos, para que apoyéis este movimiento; pero también a vosotros, dirigentes y representantes políticos, para que el cáncer se estudie, se investigue y se visibilice como es debido. Haced de la detección precoz y de la investigación contra el cáncer una realidad, hacedla palpable para que todos puedan enfrentarse a ella si desgraciadamente les toca de cerca. Si la sociedad no asociara irremediablemente el cáncer con la muerte, el paciente sería más consciente, perdería cierto miedo y mucho estigma. ¿Será esto posible? ¿Estáis dispuestos a concienciar sobre la enfermedad?

Representantes del Congreso de los Diputados,

Espero su respuesta.