Mi nombre es Ainhoa, vivo en Bizkaia y padezco Long Covid desde que me contagié en febrero de 2020.  La Long Covid o Covid Persistente es una enfermedad reconocida por la OMS, y definida como “la que ocurre en personas con antecedentes de infección probable o confirmada por SARS-CoV-2, generalmente 3 meses después del inicio de la Covid-19, cuyos signos y síntomas duran al menos 2 meses y no pueden explicarse con un diagnóstico alternativo”. 

Cada persona afectada presenta una sintomatología diferente, y cuadros de gravedad distintos, sin embargo, todas las personas que convivimos con esta enfermedad vemos truncada nuestra calidad de vida y el impacto que tiene en nuestra cotidianidad. En mi caso, y a pesar de encontrarme en una mejor situación que otras personas que no pueden salir de la cama, la Long Covid me ha hecho desarrollar otras patologías como la artrosis en el cuello y espalda y ha hecho que tenga que dejar de trabajar. Se trata de una enfermedad incapacitante, sin embargo, tras bajas y excedencias y cuatro años después, acabo de empezar a conseguir el reconocimiento de incapacidad. Estamos hablando de una situación que nos cambia la vida y afecta a todos los ámbitos; la salud, la vida social y familiar, a la economía…  Además, la enfermedad se agrava con cualquier esfuerzo físico o mental, lo que nos limita profundamente en nuestra vida diaria. 

En nuestro país el Ministerio de Sanidad reconoce la Long Covid como la prolongación del Covid-19 y por tanto como una enfermedad, pero, no obstante el tratamiento que recibimos es totalmente insuficiente. No se hace nada más allá que tratar los síntomas de manera aislada mediante distintas medicaciones y mientras tanto, somos muchos los que seguimos padeciendo la enfermedad y sufriendo sus consecuencias. A pesar de que sabemos que hay investigaciones en marcha sigue sin ser suficiente y esto nos deja desamparados y ante una situación de incertidumbre e inquietud constante. 

Es de extrema urgencia que este contexto cambie ya que somos muchas las personas que la padecemos, unas 50.000 sólo en el País Vasco y 1,5 millones (reconocidos) en toda España. 

Por ello, y con todo lo plasmado, lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados. Demandamos soluciones y mejoras, como es la solicitud de un protocolo sanitario específico y unificado además del tratamiento global de nuestra enfermedad en unidades especializadas de Covid-19. Pedimos un abordaje integral y multidisciplinar, sanitarios con formación especializada y más inversión en investigación. 

¡No podemos seguir así!

Agradezco desde aquí la máxima difusión y apoyo a esta campaña. ¡Junt@s podemos!