Me llamo Alba, tengo 24 años y vivo en Briviesca, un pueblo ubicado en la provincia de Burgos. Parece que fue ayer cuando me dijeron la frase que nunca pretendía escuchar: «Alba, tienes cáncer». Este día no supe como reaccionar. Por un momento, se me cayó el mundo encima. Miraba a mis padres y en sus ojos veía miedo y tristeza, una sensación muy rara y difícil de controlar.

Por otro lado, pensaba: «soy fuerte, puedo con esto y con más»; en ningún momento pensé en rendirme. De hecho, considero que tener la oportunidad de vivir la vida es una suerte, y ni enfrente de esta situación pensaba desaprovecharla; al contrario, tenía más fuerzas que nunca para seguir viviendo. También, durante este momento, se me pasó por la cabeza que al igual que yo, había mucha gente que, aunque cada uno con lo suyo, se encontraban en una situación similar a la mía. Yo solo pensaba en vivir aunque la enfermedad me lo pusiera difícil. Decidí no hacer público lo que me pasaba pero tampoco esconderlo. No quería sentir pena en los ojos de la gente que me quiere, así que ahora que ha terminado todo, me he decidido a explicarlo.

Una vez asumí que tenía que luchar contra un Linfoma de Hodgkin, todo fue rodado. Estuve meses visitando el hospital siguiendo un tratamiento de quimioterapia... pinchazo tras pinchazo... ¿Suena fácil verdad? Se me hace casi imposible describir con palabras lo que se llega a sufrir con este tratamiento. Igualmente, he aprendido a quedarme con lo bueno. Hoy en día puedo gritar al mundo entero que ¡acabo de superar un cáncer!

He aprendido que soy más fuerte de lo que creía, pero sobre todo que jamás podría haber superado esta batalla sin la ayuda de toda mi gente. Han sido meses de dolores, lloros y horas eternas de hospital. Hoy en día me siento muy orgullosa de mí misma porque me he dado una buena lección de vida; muchas veces damos importancia a tonterías cuando lo realmente importante es la salud.

Ahora mismo quiero disfrutar con mi gente el hecho de haber superado esta batalla y deciros que de todo se sale; solo es cuestión de GANAS. No tengáis miedo a la palabra cáncer, es increíble lo que te puede llegar a enseñar; simplemente es echarle huevos a la vida. Hoy, día 15 de septiembre, día del Linfoma de Hodkin, puedo manifestar en alto, que yo he superado este cáncer. Nadie dijo que fuera fácil, pero tampoco imposible.

Con mi historia relacionada con el cáncer de contexto, quiero dirigirme a las instituciones para que se planteen la posibilidad de aumentar el presupuesto destinado a la investigación del Linfoma de Hodgkin, algo primordial, y para que, a ser posible, se impulsen más campañas de información y concienciación sobre lo que es el cáncer para hacer más llevadero el hecho de recibir un diagnóstico y afrentar todo lo que conlleva el proceso de enfermedad.