El proyecto de Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama contempla la regulación de la práctica de la bicicleta de montaña, en ningún caso su prohibición. Es cierto que el uso de la bicicleta de montaña debe ser regulado en el Parque Nacional, para evitar su posible impacto sobre el paisaje y la biodiversidad; por ejemplo, puede haber zonas dentro del parque donde su práctica no sea aconsejable o directamente deba ser excluida por motivos conservacionistas. Sin embargo, desde EQUO Madrid hemos presentado diversas alegaciones a este PRUG, una de las cuales pide que se elabore un catálogo de sendas ciclables, cada una de las cuales con su ficha técnica, más allá de los caminos de 3 metros de anchura incluidos en el anexo cartográfico del proyecto. Pedimos también eliminar la restricción de uso de bicicletas eléctricas a actividades organizadas.
También pensamos que para elaborar ese Catálogo de sendas ciclables se debería dialogar con las asociaciones ciclistas, nos parece muy poco serio elegir los caminos ciclables simplemente en razón de su anchura y de forma totalmente unilateral. Tampoco parece muy adecuado equiparar los paseos a caballo con el uso de la bicicleta.

En resumen, nos parece que el proyecto de PRUG es excesivamente restrictivo hacia esta práctica y no parece fundamentado en criterios técnicos, pero siempre teniendo muy en cuenta que en su regulación definitiva la prioridad de la gestión del Parque Nacional debe ser en todo momento la conservación de la naturaleza y en consecuencia evitar los impactos que este tipo de actividades puedan tener sobre los ecosistemas de la Sierra.