Mi nombre es Alexandra y tengo cáncer de mama. A los 5 meses de dar a luz a mi hijo me noté un bulto en el pecho derecho. Fui al centro de salud, pero me dijeron que podía ser una bola de grasa. Me hicieron una ecografía y me volvieron a decir que seguramente era una bola de leche, que cuando mi hijo fuera succionando se iría.

Yo me quedé tranquila, pero iban pasando los meses y ese bultito seguía ahí. Lo dejé pasar hasta febrero de 2019, que empezó a dolerme mucho el brazo y la axila. No podía levantar el brazo. Fui al médico y me mandaron a Urgencias.

En Urgencias me dijeron que volviera el lunes. Al volver a ir me hicieron una ecografía, una mamografía y una biopsia. A los 8 días fui a por los resultados. El médico me dio el diagnóstico de golpe, sin previo aviso… Me dijo que tenía cáncer de mama en fase 4, la terminal.

En ese momento mi vida se vino abajo. Yo tenía a mi hijo que no había ni cumplido el año. Me sentía muy perdida, no sabía hacia donde tenía que ir. Ese fin de semana fue horrible, lo pasamos todos fatal. Yo vivo con mis padres y fue muy duro. No sabíamos qué teníamos que hacer.

Al lunes siguiente me llamaron de oncología, para darme cita al día siguiente. Es verdad que todo el proceso fue muy rápido. El jueves ya estaba con la primera sesión de quimio. Esa primera quimio no me afectó tanto como las demás. Cuando iban pasando las sesiones me quedé sin pelo, se me caían las pestañas. Lo pasé muy mal. Vomitaba, no soportaba el ruido, no tenía ganas de comer, no tenía ganas de nada… 

Después de la radio vino la cirugía, me operaron en octubre de 2020. Me quitaron el pecho, toda la mama. Me hicieron una reconstrucción. También me hicieron una reducción de pecho. En el 2021 me hicieron otro retoque.

Ahora estoy con las pastillas de quimio, pero los efectos siguen ahí. No puedo coger peso, no puedo coger a mi hijo…

Además de que se invirtiera más dinero en investigación creo que es muy importante que se aumente la concienciación en torno a la prevención. Cuando vas al médico porque te has notado algo “anormal” en la mama deberían hacerte más caso y no quitarle importancia, incluso si estás en periodo de lactancia. 

Por ejemplo, en mi caso no era una bola de grasa y si eso lo hubieran detectado a tiempo igual no me tendrían que haber quitado el pecho. También creo que es importante que se den ayudas y facilidades para que los pacientes oncológicos podamos reintegrarnos en el mercado de trabajo. Yo llevaba cotizando desde los 18 años, pero ahora no puedo hacer cualquier trabajo porque por ejemplo no puedo levantar peso. Pero quiero trabajar, tengo a dos niños a los que sacar adelante. Tengo la suerte de que ahora cuento con el apoyo de mis padres, pero no todo el mundo tiene esa suerte.

Me gustaría que la Asamblea de Madrid invirtiera más recursos en la investigación del cáncer de mama y campañas para la prevención, tanto para los especialistas como para la población general.