El inicio del curso escolar ha supuesto una gran incertidumbre para muchas familias. En Andalucía, las familias fuimos informadas días antes de la “vuelta al cole” sobre el cierre de los comedores escolares. La junta de Andalucía nos informó que el problema se solucionaría en unas semanas, pero a día de hoy el servicio de comedor sigue sin funcionar, causando complicaciones a niños y padres. 

Nuestros hijos hacen una jornada continua de 7:30 a 14 de la mañana. Con el cierre del comedor, cientos de familias se han tenido que reorganizar su vida diaria para poder dar de comer a sus hijos, poniendo en peligro sus puestos de trabajo o contando con la ayuda de los abuelos, exponiéndolos al contagio. 

Para las familias que no les queda más remedio que dejar a sus hijos al centro, los colegios han diseñado unas “aulas de espera”, en horario de 14 a 16, donde los niños permanecen en una aula con algunos monitores que los vigilan, pero no pueden consumir ningún tipo de alimento. Algunos niños pasan más de 9 horas sin comer nada.

Además de ello, miles de niños acogidos por el plan SYGA (que les garantiza una seguridad alimentaria) han perdido quizás la única comida asegurada que tenían durante el día. 

Muchas empresas de servicio de cátering han quebrado, y la única solución que propone la junta es tener una aula de espera. Los trabajadores del comedor se encuentran en una especie de limbo laboral, ya que no están despedidos pero tampoco en ERTE. Esta situación provoca a todas las personas del colegio una gran incertidumbre. 

Exigimos la restitución inmediata de un servicio de comedor escolar de calidad que dé garantía alimentaria a los cientos de menores acogidos al plan SYGA y permita la conciliación laboral de las familias. ¡La salud de nuestros hijos y el bienestar de las familias está en juego!