Me llamo Amparo, resido en la Comunidad Valenciana y tengo fibromialgia. Toda la vida he trabajado en la industria textil, donde los movimientos son repetitivos y continuos, más aún cuando te toca ir a producción que tienes que trabajar a máxima velocidad.

Me diagnosticaron de tendinitis en la primavera de 2019, fue muy fuerte y tuve que estar con el brazo escayolado; me dieron el alta a principios de verano y empecé a trabajar. No podía ejercer mis labores y en octubre-noviembre de ese año, me hicieron una baja, m ya que todo parecía apuntar que no fuera una simple tendinitis, tenía mucho dolor muscular y en mis articulaciones, además de una fatiga continua y tener hipotiroidismo. Consulté con un abogado laboral, el cual me recomendó que pidiera la baja e iniciara el proceso para pedir la discapacidad o invalidez permanente para trabajar. Cuando se terminó la baja, me concedieron la prórroga; durante esos periodos de tiempo, has de pasar por tribunales, te tratan tremendamente mal, hasta el punto de no sentirte digna como persona. Tras esa prórroga me emitieron el alta y comencé a trabajar de nuevo en 2021.

Estuve 4 meses trabajando y con mi diagnóstico la empresa estaba obligada a cambiarme de trabajo; estuvieron cuatro meses haciendo todo lo posible porque me fuera, aún no sé como pude aguantar, me podían mas las ganas de llevar más de 30 años trabajando que el ver que me estaban manipulando para que me fuera sin finiquitar mi despido. A partir de ahí, no podían renovarme la baja por la misma patología, por tanto, me la concedieron por distinta patología, esta vez por depresión. Estuve en psiquiatría y acudiendo a salud mental desde que me diagnosticaron. En septiembre de 2021 me hacen una nueva baja por depresión grave mayor; al terminarse la misma, me llamaron nuevamente del tribunal y emitieron mi alta. Durante ese periodo, la empresa me llamó y me dijo que me despedía mediante un despido objetivo, ya que en la revisión del acta salió no apta para trabajar. Tengo un informe de la mutua en el que establece que no puedo trabajar ni levantar peso de más de 2-3 kilos y no puedo realizar movimientos repetitivos debido a mi enfermedad.

Acudí nuevamente a Valencia al tribunal médico, me dieron el alta porque supuestamente estaba bien para trabajar y no se habían agotado todas las vías terapéuticas; a partir de ahí el abogado  decide ir a juicio. Nos presentamos en octubre de 2022; vino el perito que firmó el no apto de la mutua y testificó. La sentencia fue que no s habían agotado todas las vías terapéuticas y que en un entorno favorable y comprensible podría trabajar. En ese momento estaba en el paro que se me terminaba poco después, teniendo 57 años no tenía edad de jubilación y poniendo el riesgo mis 36 años trabajados ¿Quién va a contratarte con un despido e no apto para trabajar? He vuelto a solicitar la baja y me la han denegado. Actualmente, estoy en el paro.

Necesitamos visibilidad, las personas con enfermedades crónicas de este tipo tenemos bastante encima como para que nos pongan tantos obstáculos a la hora de obtener una baja. Hay días que no puedo ni levantarme de la cama, esto trastoca toda tu vida y en los tribunales te hacen sentir como una delincuente que solo quiere aprovecharse. He dejado de trabajar porque NO PUEDO HACERLO, sigo pendiente de recurso; estoy intentando moverme para mi salud y poder avanzar. No pido nada más que un trato digno y lo que me corresponde debido a mi enfermedad.