Pregunta para Europarlamento
¿Qué está pasando con las ayudas del Ingreso Mínimo Vital? ¿Por qué no están llegando a la gente que las necesita?
Afectados por el Ingreso Mínimo Vital
Somos personas desempleadas, padres y madres de familia, con menores, discapacitados, enfermos e incluso mayores a cargo. Divorciados/as, viudos/as, personas que viven solas y todas tenemos un denominador común: escasos recursos económicos que nos impiden cubrir nuestras necesidades básicas y las de nuestras familias. No queremos vivir de la caridad del gobierno. Queremos vivir dignamente, por esta razón fue aprobado el Ingreso Mínimo Vital.
Desde el mes de diciembre de 2022 e incluso antes, nos han afectado las siguientes situaciones:
- Tenemos dificultad para ponernos en contacto con la Seguridad Social y cuando tenemos la suerte de contactar, no aclaran dudas. Los teléfonos que nos facilitan, la mayor parte del tiempo están desatendidos por un robot.
- Plazos demasiado cortos para entregar la documentación que nos piden.
- Suspenden el ingreso del IMV sin dar explicación alguna.
- Después de acreditar toda la documentación requerida o solicitada por el INSS, pareciera que no contemplan revisar dicha documentación. Y después de unos meses a muchos perceptores le vuelven a solicitar de nuevo una documentación ya acreditada o le dan por extinguida la prestación sin justificación alguna.
- Cuando se les reclama hacen silencio administrativo.
- Cuantías erróneas por cruces de datos con la Agencia Tributaria incorrectos y además no hay coordinación entre las distintas administraciones.
- Computan ayudas que están excluidas.
- Revisan los ingresos económicos del año anterior y no revisan los del año en curso. Pues el año anterior podríamos haber trabajado temporalmente y este año volvemos a estar en situación de desempleo.
- Congelan el IMV hasta revisar la documentación que se les entrega y esas revisiones demoran meses. En ese periodo de tiempo, las personas que dependen del IMV se encuentran aún más desamparadas.
- Nos llegan cartas reclamando cobros indebidos, con unas cantidades que no sabemos ni de dónde han salido. Creando desorden, descontrol y miedo entre las personas más vulnerables. Lo que en un principio era una prestación dirigida a prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social de las personas que carecemos de recursos económicos, se ha convertido en un auténtico drama para padres y madres de familia, con hijos menores, discapacitados e incluso mayores a cargo. También para las personas que viven solas.
- Se nos exige un conocimiento administrativo y unas herramientas de gestión, con las que la mayoría de nosotros no contamos.
- En la mayoría de los casos, en la Tarjeta Social Digital, las cuantías supuestamente pagadas, no concuerdan con lo que nos han abonado en cuenta. Prestaciones extinguidas aparecen como activas y las que están activas aparecen como extinguidas.
- Demasiados errores administrativos. El Sistema Administrativo no cumple correctamente con su función que es, tramitar, revisar y aprobar. Parece un maltrato administrativo para sus perceptores.
- Tampoco nos ayudan con planes de inserción laboral y, cuando lo hacen, es con contratos de trabajo temporal, y así, nunca vamos a salir de nuestra precaria situación económica porque volvemos a entrar en el umbral de la pobreza y, de nuevo, otra vez a pedir el IMV.
- Se hace la revisión del IMV con efecto retroactivo, quiere decir que has cobrado, durante todo un año, una cantidad errónea. Esos atrasos que se generan tardan meses en pagarlos y esa cantidad puede perjudicarte para recibir otras ayudas. Por ejemplo: cobrabas 60€ mensuales y de pronto te pone que cobraste casi 300€, pero esos atrasos no los ves hasta un año después. Y te deniegan ayudas de alimentación porque ¡ya has cobrado!
- Y otro claro ejemplo es el siguiente: si en 2020 te concedieron la prestación, lo hicieron con los datos del 2019. En 2021, la revisión que marca la Ley con efectos de 1 de enero la hicieron en diciembre; por lo que si con la Renta de 2020 superabas baremo no te correspondía lo cobrado. Y, en 2022 se han recibido reclamaciones de cobros indebidamente percibidos, en algunos casos de ¡miles de euros!.
- Las cartas que nos llegan de la Seguridad Social reclamando cobros indebidos nos indican que debemos pagar en un plazo de 30 días o un recargo del 20% y se iniciará el procedimiento de apremio. La deuda no se paraliza ni aunque este en procedimiento judicial, sino siguen subiendo las cuantías por los intereses generados. Lo cual resulta injusto porque el Ingreso Mínimo Vital es una ayuda destinada a personas que están en una situación de precariedad económica. Esta forma de cobrar la deuda deja en total indefensión a los perceptores del Ingreso Mínimo Vital. Le corresponde a un Juez determinar si el error de los cobros indebidos es de la Seguridad Social o de los perceptores del IMV.
Por todo lo plasmado, lanzamos la siguiente petición al Parlamento Europeo para:
-Que paren inmediatamente la mala gestión y la mala praxis sobre el Ingreso Mínimo Vital.
-Que paguen una ayuda lógica y razonable.
-Que tengan en cuenta nuestra situación económica del año en curso y no del año anterior.
-Que no nos obliguen a devolver el dinero del Ingreso Mínimo Vital cuando no hemos incumplido nada y ni siquiera tenemos dinero en el banco.
-Que nos ayuden a insertarnos en el mercado laboral, con trabajo digno y duradero para no regresar al umbral de la pobreza ni seguir pidiendo el Ingreso Mínimo Vital.
-Que nos ayuden con formación para el empleo y todas las herramientas necesarias para una reinserción real.
-Paralizar las deudas que estén en proceso judicial hasta que un Juez dicte sentencia.
¿Quién puede ayudarnos? ¡Necesitamos ayuda!