Mi nombre es Ana Pérez y quiero contar la historia de mi hija, a la que hace tres años le detectaron cáncer de mama.

A finales de noviembre de 2018 a mi hija mayor, le salió un bulto en el pecho izquierdo. El proceso empezó cuando vivíamos en Ferrol (Galicia).  Fuimos a lo que llaman el circuito de mama y allí la derivaron a una cirujana. Le dijeron que era algo hormonal, porque era imposible que algo que crecía tan rápido fuera malo.

En enero la volvió a ver y le dijeron lo mismo: “lo vamos a ir controlando pero esto va a ser hormonal”. En todo este proceso no le hacen ninguna ecografía ni la derivan a rayos. Falló todo el procedimiento con mi hija. No es hasta el 12 de marzo de 2019 cuando mi hija recibe un diagnóstico de que ese bulto se trata de un cáncer de mama.

Ella siempre ha tenido una actitud muy positiva, a pesar de que las condiciones no ayudaban. Lleva 16 sesiones de quimioterapia, 26 de radioterapia y 3 operaciones. Cuando acababa sus sesiones de quimio cogía el avión y se iba a trabajar a Las Palmas. Es una luchadora.

Cuando nos dieron el diagnóstico de la metástasis nos derrumbamos. Porque sientes mucha impotencia y te acuerdas de todo lo que hicieron mal. Todos los anuncios de tienes que tocarte, la importancia de la prevención precoz...eso está muy bien, pero luego tiene que haber recursos suficientes para que te hagan ecografías y te presten la atención que te mereces. 

Mi hija sabe que su caso a día de hoy no tiene cura, pero en algunos casos los tratamientos pueden ayudan a cronificar la enfermedad. Queremos que las cosas cambien. El sistema no funciona bien, el llamado circuito de mama no funciona como debería y al final, los perjudicados somos, evidentemente, los pacientes

También nos gustaría denunciar la situación del “búnker oncológico” de Fuerteventura. En diciembre de 2016 se aprobó su construcción, aún no está funcionando! 

Las personas tienen que trasladarse a Gran Canaria para poder hacer radioterapia. Todo eso son costes para el paciente y sus familiares. Hay algunas asociaciones que ofrecen habitación pero muchos pacientes tienen que ir solos, ya sea porque los familiares no se pueden permitir acompañarlos por motivos laborales o porque el tratamiento es prolongado (un mes o mes y medio) y el propio paciente por su situación no puede estar volando, porque no se encuentra con fuerza. 

Pero para más inri, los controles en el aeropuerto son bochornosos. Mi hija cuando iba tenía que sacar su botella con el drenaje y estaba recién operada. Además, debería haber un protocolo para que las compañías respeten en los billetes los bonos de la seguridad social de prioridad. Hay gente que coge esos vuelos y que se está muriendo. La imagen cuando bajan de los aviones es denigrante. Los aeropuertos deberían tener un código para que estos pacientes tengan un espacio privado por si tienen que mostrar las bolsas de drenaje o las botellas o mangueras. 

Tienen que dar más facilidades a estos pacientes. Muchos cogen los vuelos de primera hora y luego un bus, si no coges esa combinación ya no hay nada más. Da pena como va ese vuelo a primera hora y a última. Son pacientes que han pasado por un tratamiento de quimio o que han sido operados. ¿Por qué no se pueden dar estos tratamientos en Fuerteventura? ¿Por qué no lo ponen en marcha ya? ¿Por qué no están contratando a los médicos? 

Cuándo se pondrá en marcha el Búnker Oncológico de fuerteventura?