Desde luego, bien no.
Desde luego, bien no, Nacho. Una persona sola, sin cargas familiares, con mucha austeridad y sin lujos podría tratar de vivir con esa cantidad en Madrid. En un Estado que se define a sí mismo como social, si se tiene acceso a prestaciones y servicios sociales, o a viviendas de alquiler social, o tiene posibilidades de ir a ventos culturales, o de practicar deporte, es decir, si hay verdaderas políticas sociales en todos los sentidos, las cantidades son distintas.
Pero, a veces, la mayor agresión no viene solo de la remuneración, sino de la ausencia de dimensión pública de los servicios. Las políticas que pondremos en marcha en el Gobierno de la Comunidad de Madrid permitirán a las personas que lo necesiten disfrutar de verdaderos derechos sociales.
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