Pregunta para Parlamento de Andalucía
He superado tres cánceres. Cuando me quitaron el primer tumor ya medía 11'5 cm. ¿Por qué no se destinan más recursos económicos y humanos a los hospitales para dar respuesta a la necesidad de acelerar las pruebas relacionadas con la detección del cáncer?
Me llamo Ángela y soy sevillana. En 2012 me detectaron mi primer tumor. Me encontré un bultito en la pierna izquierda. Era agosto y lo dejé pasar porque además del bulto tenía un hematoma. Pensé que habría sido resultado de un golpe. Pasaron los meses y el bulto no se iba. Entonces empezó a crecer. En enero me visité con mi médico de cabecera que lo palpó y que ya determinó que sería un tumor. Entonces me derivó al hospital y me hicieron pruebas. La primera resonancia que me hicieron no era clara y no la pudieron interpretar. Me derivaron a otro hospital, la repitieron y me dijeron que no podían detectar qué era el bulto. Tuve que ir a otro hospital de nuevo para que me hicieran la prueba otra vez. Entonces ya me empezó a tratar la unidad de tumores óseos.
En junio me hicieron la biopsia y después de un mes determinaron que lo que yo padecía era un sarcoma, y que el tumor ya medía 11,5 cm y pesaba alrededor de 1 kg. Mi pierna estaba en peligro pero pudieron salvarla. Me intervinieron quirúrgicamente y me quitaron el cuádriceps entero. Después de esto me dieron un tratamiento de quimioterapia preventiva. Durante este proceso, cogí una infección de garganta que trasladó una bacteria a la herida del muslo. Debido a esto tuvieron que operarme cuatro veces más. También tuve que someterme a un tratamiento de radioterapia.
Después de recuperarme, estuve un año y medio bien, pero durante una revisión rutinaria, me detectaron una mancha en el pulmón izquierdo. Determinaron que se trataba de una metástasis. Mediante una operación quirúrgica me quitaron un trozo pequeño de pulmón y recibí otro tratamiento de quimioterapia. Después de tres años de haberme recuperado del segundo cáncer, en 2017, me detectaron otras dos manchas en el mismo pulmón y me volvieron a intervenir. Entonces los médicos decidieron no darme más quimioterapia. El 4 de diciembre de 2017 me dieron el alta y desde entonces estoy sana.
Me dirijo a los políticos del Parlamento de Andalucía, ya que son quienes me representan, para incidir en la necesidad que hay de destinar recursos humanos y económicos a los hospitales para que estos puedan garantizar que todas las personas que presentan síntomas de cáncer puedan ser diagnosticados y tratados a su debido tiempo. También considero que es fundamental que se invierta a favor de la investigación de estas enfermedades, ya que afectan a gran parte de la población.