Somos la Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos y Residentes (ANPIR). Nuestro objetivo es promocionar la excelencia de la formación PIR (Psicólogo Interno Residente), la consolidación de la Psicología Clínica como disciplina, y lograr mejorar el acceso a tratamientos psicológicos. Para poder ejercer nuestra profesión, cada uno de nosotros cursa una formación especializada de 4 años denominada PIR (psicólogo interno residente). 

Actualmente, en toda España se ofertan tan solo 204 plazas para el PIR, una cifra muy pequeña en comparación a las 14 mil plazas para la residencia en medicina. Los cupos no son suficientes para satisfacer la demanda por psicólogos clínicos que existe actualmente, y están distribuidas de forma desigual entre las comunidades autónomas.

En ANPIR creemos que hacen falta como mínimo 422 plazas PIR, ya que con la oferta actual se está volviendo muy difícil satisfacer las necesidades de los pacientes en sanidad pública, lo que provoca un aumento en las listas de esperas y dificulta el acceso a tratamientos psicológicos urgentes. 

Si la oferta de plazas continúa así, en unos años no podremos cubrir todas las jubilaciones de profesionales, y esto generará una necesidad aún más grande en la sanidad pública de especialistas en salud mental. 

La situación, como en el caso de muchos profesionales sanitarios, se ve agravada por condiciones laborales precarias: la poca estabilidad de los contratos y horarios, la presión asistencial, largas listas de espera y mucha distancia entre citas, entre otros factores. 

La psicología clínica es una disciplina joven, pero que se ha demostrado esencial entre los servicios sanitarios. Por lo mismo, hacemos un llamamiento urgente a los miembros del Congreso de los Diputados para que aumente la inversión en sanidad pública, a la vez que un mayor porcentaje de este presupuesto vaya dirigido a la salud mental. Actualmente, somos de los países de la Unión Europea que menos invierte en sanidad, y sumado a esto, solo un 5% del presupuesto sanitario se dedica a salud mental. 

Un aumento en la inversión, puede asegurar un aumento en las plazas existentes para el PIR y, además, proporcionar condiciones dignas y estables de trabajo a todos los psicólogos clínicos, para que no opten por los servicios privados. 

Es momento de que los políticos y los profesionales sanitarios estemos en la misma frecuencia. El mensaje es claro, hay que dejar de poner en marcha iniciativas sin el asesoramiento de los profesionales que trabajan día a día con los pacientes. 

¡Es hora de escucharnos!