Somos la Unión Vegetariana Extremeña y trabajamos en la promoción de una alimentación basada en vegetales con el objetivo de dar a conocer sus beneficios para la salud y para los animales. Las familias vegetarianas extremeñas reivindicamos que los comedores de las escuelas públicas se ajusten a nuestras necesidades, pero la consejería de educación niega nuestra petición.

Hasta ahora, los colegios adaptan el menú del comedor escolar siempre que haya certificado médico por alergias e intolerancias alimentarias. Aunque también los centros educativos adaptan los menús por razones religiosas. Por eso mismo, desde la Unión Vegetariana Extremeña exigimos a la administración a reconocer el derecho de los alumnos vegetarianos a seguir con su dieta habitual en el colegio, igual que lo hace con las minorías religiosas.

Cabe señalar que el artículo 2 de la Ley Orgánica 8/2015, del 22 de julio de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia recoge que “todo menor tiene derecho a que su interés superior sea valorado y considerado como primordial en todas las acciones y decisiones que le conciernan, tanto en el ámbito público como privado. En la aplicación de la presente ley y demás normas que le afecten, así como en las medidas concernientes a los menores que adopten las instituciones, públicas o privadas”. Asimismo, el artículo 27.3 de la Constitución Española establece que "los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”. 

Desde la Unión Vegetariana Extremeña pedimos que se acabe con esta discriminación y se tenga en cuenta nuestra demanda, que responde a razones éticas. Además, esta opción también ayudaría a la lucha contra el cambio climático, ya que las dietas vegetarianas y veganas reducen el impacto ambiental. 

Ante esta situación, queremos dirigirnos a los diputados de la Asamblea de Extremadura para pedirles que tengan en consideración nuestra propuesta. La discriminación no debería de estar consentida en ningún centro educativo. Se trata tan solo de equiparar la religión a la ética y contar con colegios públicos más accesibles para todas y todos.