Pregunta para Asamblea de Madrid

¿Por qué no se nos subvencionan de alguna manera pelucas, cremas solares y micropigmentación a las mujeres con alopecia?¿Por qué el apoyo psicológico está en segundo plano?

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Soy Conchi Botillo, presidenta de la Asociación de Alopecia de la Comunidad de Madrid, desde donde queremos lanzar una campaña de visibilización y concienciación sobre la alopecia femenina. Somos muchas las mujeres que la padecemos y nuestras condición no entiende de edades. En este texto queremos exponer el proceso por el que pasa una persona recién diagnosticada de alopecia.

Como explica el párrafo anterior, no hay una edad en la que las probabilidades de sufrir alopecia sean mayores, por lo que los años son un factor irrelevante en nuestra condición. Los primeros síntomas son las llamadas “plaquitas”, los huecos que se van quedando en la cabeza sin pelo. Cuando estas se empiezan a notar es el primer shock, el primer susto. Los médicos, durante las primeras visitas suelen achacarse a temas de estrés y ansiedad, por lo que lo intentan solucionar con ansiolíticos. Sin embargo, cuando ven que las plaquitas cada vez son más y que el remedio no funciona, deciden derivar el caso a dermatología. 

Una vez en el especialista, confirman lo que va siendo evidente: padeces alopecia. El dermatólogo plantea la opción de tomar corticoides en dosis altas para intentar que salga pelo, pero es un tratamiento poco eficaz. A muchas mujeres les vuelve a salir un poco de pelo durante los tratamientos, no obstante, en cuanto dejan de tomarlos la alopecia vuelve retorna a la acción. El siguiente paso son los tratamientos inmunosupresores, con los que pasa exactamente lo mismo que con los corticoides. La eficacia no está garantizada y los efectos secundarios son contraproducentes. 

Desde la asociación nos gustaría pedir que los médicos sean más claros a la hora de contarnos la eficacia y los efectos secundarios de los tratamientos. También nos gustaría que se nos diese la opción de no llevar a cabo ninguno e invertir el tiempo y la esperanza en terapia psicológica, elemento fundamental para poder avanzar una vez diagnosticadas. La empatía es clave, y hay que entender que una persona con alopecia va a sufrir mucho psicológicamente, ya que su imagen va a cambiar mucho desde el momento de la aparición de las plaquitas hasta el desarrollo completo de la condición. Por ello pedimos más apoyo psicológico en los hospitales públicos para las personas que padecemos algún tipo de alopecia. 

Por último, queremos hacer hincapié en la importancia de la educación social frente a condiciones poco comunes como la alopecia. Las mujeres calvas debemos dejar de ser un tabú, existimos y mucha gente no es consciente de ello. El sector sanitario también necesita avanzar y entender más las necesidades de las mujeres con alopecia. No es normal que todos los tratamientos “estéticos”, como las pelucas, la micropigmentación para aquellas que no tenemos ni cejas ni pestañas, etc. no estén subvencionados de ninguna manera. Las mujeres calvas con pocos recursos no se pueden permitir comprar pelucas, ni pintarse las cejas de forma permanente. Tampoco se pueden permitir la cantidad de cremas solares que necesitamos para protegernos bien del sol… Nos gustaría que hacer llevadera nuestra condición no se tratase de algo socioeconómico, sino de un tema universal, para todas. 

Este mensaje se lo queremos trasladar a los políticos de la Asamblea de Madrid para que tengan en cuenta las peticiones de nuestra asociación e intenten hacer algo para solucionar las adversidades a las que nos enfrentamos en nuestro día a día. Como presidenta de la asociación, quiero hacer un llamamiento a todas aquellas mujeres que se encuentren en una situación parecida para que sepan que no están solas y que desde las asociaciones especializadas damos apoyo a todas las que lo requieran.

 

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