Estamos viviendo una subida de la luz histórica mientras seguimos atravesando una crisis sanitaria y económica que ha dejado a miles de personas en una situación de total desamparo. Los pacientes con EPOC han sido especialmente vulnerables al coronavirus, ya que la enfermedad multiplica por 7 las posibilidades de morir. El problema de los pacientes que la padecen, es que no sólo se enfrentan a la enfermedad, sino también al desconocimiento y a la poca visibilidad que se ofrece por parte de las instituciones: estamos hablando de una enfermedad crónica y degenerativa que, sólo en nuestro país, genera 29.000 fallecimientos cada año.

La subida de la luz, inviable para cualquier ciudadano medio teniendo en cuenta la tasa de paro y los salarios en nuestro país, se hace totalmente inabarcable para los pacientes de EPOC. Muchas de estas personas necesitan estar enchufadas a una máquina de oxígeno durante al menos 16 horas al día para poder vivir. Estamos hablando de cerca de 300.000 personas, teniendo en cuenta que sólo se diagnostican 1 de cada 4 casos de EPOC. 

Desde las asociaciones de enfermos de EPOC no pedimos sólo empatía, sino que exigimos que las administraciones tengan en cuenta nuestra existencia y nos ofrezcan ayuda económica. Las personas con EPOC necesitan electricidad para vivir y su vida no puede estar sujeta a los precios que decidan las empresas del sector.  Es por eso que APEPOC reclama más implicación y compromiso con sus pacientes por parte de las empresas proveedoras de oxígeno, es decir, a Vitalaire, Oximesa, Linde y a Esteve Tejin.

Exigimos una subvención para todos los pacientes de EPOC, ya que muchos ni siquiera tienen bono social. No podemos seguir sufriendo este abandono institucional, ¡necesitamos que los políticos empaticen con los pacientes y les escuchen de una vez!