Hola, somos la Asociación Vecinal AguaZero de Fresnedo, una pequeña localidad del norte de la provincia de Burgos sin acceso al agua potable desde hace 4 años. Desde 2017, y tras un estudio del agua que reveló que esta contenía niveles desaconsejables de arsénico, selenio, sulfatos y fluoruros, el pueblo se ha estado abasteciendo con botellas.

El agua potable es un derecho básico de los ciudadanos. No importa si somos 30, como en Fresnedo, o millones, como las grandes ciudades del país. Burgos está a una hora y cuarto en coche y Bilbao a una hora de distancia de una pedanía que todavía, llegando ya al primer cuarto del siglo XXI, no tiene suministro de agua potable.

Nuestro pueblo depende del ayuntamiento de Villarcayo de Merindad de Castilla la Vieja a donde, desde entonces, nos hemos dirigido para reclamar nuestro derecho. Sin embargo, las respuestas y soluciones no han sido más que temporales. A la hora de hacer esta denuncia, el agua potable se entrega en botellas de plástico de litro y medio.

La última promesa, que un camión cisterna llenaría el depósito del pueblo con agua potable cortar el suministro actual de entrada del agua no apta para su consumo, ha caído en saco roto. La licitación pública se declaró desierta a mediados de junio al no recibir ninguna oferta.  

La solución de canalizar el agua del río Trema, a 2 escasos kilómetros de Fresnedo, y hacerla apta para consumo con la instalación de una potabilizadora sería la mejor solución. Su alto costo y que ‘solo’ beneficiaría a unos pocos habitantes, parecen frenar el proyecto.

¿Es esta la forma de apoyar a la España rural? ¿Son estas las medidas para frenar la despoblación de la España vaciada?

Por todo lo expuesto, hacemos un llamamiento a la ciudadanía para que apoye nuestra iniciativa dirigida a la Junta de Castilla y León para que nos responda sobre cuándo va a aprobar una solución definitiva para la canalización del agua potable en Fresnedo.