En los días 30 y 31 de octubre se celebró la última fase de las pruebas físicas para el acceso al Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid. Al inicio de estas pruebas, el proceso se interrumpió de inmediato debido a que una de las pruebas, la del desplazamiento de carga con maza, presentó fallos en su funcionamiento.

Esta prueba consiste en mover una viga con una maza a lo largo de un carril. La solución propuesta por el Tribunal fue sustituir la viga por la utilizada en el anterior proceso de acceso, la cual presentaba un evidente deterioro. El uso de esta viga en mal estado ha ocasionado la descalificación de más de 150 aspirantes, en contraste con el proceso anterior, donde todos los participantes aprobaron esta misma prueba, con calificaciones entre 9 y 10 y un promedio de 23 segundos para completarla. En esta ocasión, sin embargo, más de 150 aspirantes no lograron realizar el ejercicio en menos de 40 segundos, prácticamente duplicando el tiempo promedio. 

Además, en este proceso se reportó un caso donde un aspirante realizó la prueba en dos ocasiones el mismo día, sin obtener un resultado apto. A pesar de ello, el Tribunal le permitió repetir la prueba al día siguiente, donde logró realizarla en 24 segundos, reduciendo el tiempo en 20 segundos respecto a su intento anterior y obteniendo así el apto. Este hecho revela una desigualdad evidente en el trato hacia los aspirantes y evidencia irregularidades graves en el proceso. 

También, debido al propio funcionamiento de esta prueba, el desgaste de la viga contra el carril va puliendo ambas superficies, lo cual facilita el desempeño de los participantes que la realizan en turnos posteriores. Esta circunstancia ha generado condiciones desiguales y ha afectado la equidad del proceso. 

Asimismo, durante el desarrollo de la prueba, se observaron múltiples irregularidades que resultaron en situaciones desiguales para los participantes. Entre ellas, se reportaron cambios en la dirección del golpeo, variaciones en la inclinación del carril, pulido externo del mismo o incluso la aplicación de lubricante, así como la sustitución de elementos que afectan la absorción del golpeo. 

Por otro lado, la pausa inicial para cambiar la viga y la falta de previsión en el tiempo necesario para la realización de todas las pruebas generaron importantes retrasos desde la hora del llamamiento hasta el momento de realizar el examen, con demoras de hasta 12 horas. Los participantes nos vimos obligados a permanecer en las inmediaciones sin acceso a comida, bebida ni el descanso necesario para afrontar pruebas físicas de esta exigencia. Esta situación nos llevó a recurrir a servicios de entrega de comida a domicilio o a solicitar la ayuda de bomberos que prestaban apoyo en las pruebas, ya que no nos permitían abandonar el garaje en el que estábamos confinados. 

Por último, queremos expresar que los participantes no somos los únicos que consideramos el desarrollo de esta prueba como una injusticia sino que sindicatos como el Sindicato de Bomberos-CSIT Unión Profesional comparten nuestra misma postura y solicitan “la anulación o repetición en condiciones de igualdad del segundo ejercicio de la oposición de bomberos del ayuntamiento Madrid.” 

Es por todo ello que exigimos al Ayuntamiento de Madrid que investigue estos hechos y brinde una solución que garantice la igualdad de oportunidades que debe prevalecer en cualquier proceso de acceso al empleo público. 

Además, solicitamos que se establezca un protocolo claro para futuros procesos de acceso a este cuerpo, de modo que no se repitan situaciones como esta. Es imperativo que el material de examen pase inspecciones o pruebas de funcionamiento previas y que existan regulaciones claras sobre las condiciones que debe cumplir el equipo utilizado. También es necesario que, ante cualquier incidencia, se aseguren las garantías de un correcto funcionamiento y de igualdad en las condiciones del examen. 

En estos tiempos, la importancia de los cuerpos de seguridad y emergencias se vuelve cada vez más evidente, siendo deber del Ayuntamiento de Madrid velar por el adecuado desarrollo de sus procesos de acceso, asegurando que se rijan por los principios de igualdad, mérito y capacidad, tal como establece la legislación de nuestro país.