Hola, me llamo Aurelio González, tengo 27 años y estoy viviendo la precariedad laboral juvenil en primera persona. Me parece impensable que los jóvenes, cuanto más preparados estamos, menos oportunidades laborales tenemos. Yo estudié Magisterio de Primaria por lo que existen dos salidas posibles: trabajar en un colegio privado (difícil si no cuentas con un padrino o alguien que te ayude a entrar) o unas oposiciones. 

En mi caso me presenté en Andalucía a las oposiciones de 2019 pero, cuatro días antes del examen, sacaron una orden que decía que quien no tuviese la asignatura de Ciudadanía, sería penalizado. Unos tribunales acataron la orden, pero otros no, produciendo una desigualdad en el concurso. Por esto, pese a tener una buena nota, me vi afectado y sin plaza, por lo que no estoy trabajando. Por otra parte, la Junta de Andalucía este año ha añadido una hora más de Educación Física y las tutorías de primaria ahora las dan estos profesores en vez de contratar a gente que tiene Educación Primaria, por lo que nos están quitando puestos de trabajo.

Me encuentro en paro sin tener nada. Mientras trabajaba de maestro el curso pasado estudié un máster de medioambiente, pero me estoy dando cuenta que contra más títulos tenemos los jóvenes y más tiempo y dinero invertimos en estudiar, menos trabajo tenemos. Pese a echar mi currículum en diferentes empresas y supermercados, acaba entrando gente con mucha menos formación. A las empresas les interesa más contratar a gente a quien pagar por sus capacidades y conocimientos, por lo que contratan a gente menos cualificada para ofrecerles salarios inferiores.

Trabajé de socorrista cobrando 5,10€ la hora y estando desde la mañana hasta las 22h de la noche. A día de hoy yo solo quiero un trabajo. Ha llegado a tal punto la frustración que sufrimos los jóvenes que nos conformamos con sueldos injustos con tal de trabajar, pero a día de hoy ni siquiera así encuentro un trabajo. Nos estamos conformando con la mayor miseria que existe. Hay gente tan desesperada que se mete a repartidor de empresas como Glovo y que viven una explotación abusiva. La desmotivación que sufrimos después de mandar cada día nuestros currículum y no obtener respuesta es cada vez mayor. 

Los jóvenes terminamos la carrera sin ayuda y teniendo que buscarnos la vida. La universidad debería ser un puente para que nosotros podamos enlazar unas prácticas con un puesto de trabajo, aunque sea como becario, pero teniendo más oportunidades. Desde mi punto de vista, la clave del empleo son las empresas. Por ello quiero dirigirme a los miembros del Parlamento de Andalucía. Es fundamental que existan unas políticas que inviertan más en las empresas, que ofrezcan pluses por contratar a gente joven y por contratos indefinidos. Es necesario que se incentive la contratación de personal. Si a las empresas se les da una ayuda anual de 3.500€ al año, ya tiene para cubrir la Seguridad Social de su empleado. En España estamos viviendo una fuga de talentos debido a falta de empleo y precariedad que sufrimos los jóvenes. Por eso es necesario que haya más oportunidades de trabajo para que los jóvenes podamos demostrar nuestra valía, poder trabajar de aquello que nos gusta y para lo que estamos preparados.