Sí, por supuesto que creemos que la colaboración y la actuación conjunta de ambos sistemas de Salud, además de vertebrar el territorio, nos daría la oportunidad de avanzar en una atención sanitaria integral, eficiente y más avanzada, con mayor capacidad de la sanidad pública frente a la privada. En nuestro programa electoral así lo tenemos recogido, con el objetivo de poder llegar a tener un sistema integrado.

Hay ámbitos en los que se puede incidir y que pueden ser prioritarios. Es evidente que Navarra no cuenta con una masa poblacional suficiente para implementar determinados servicios en la red pública, por lo que se puede compartir recursos con Osakidetza. Por ejemplo, en materia de trasplantes y del Banco de Sangre y Tejidos. En Navarra los trasplantes se hacen en la CUN, y creemos que hay que ir a un sistema donde la red pública asuma esta atención, pudiendo crear una unidad de trasplantes compartida con Osakidetza, que tiene infraestructuras y profesionales formados en este ámbito.

También se pueden crear unidades interdisciplinares de referencia para enfermedades denominadas “raras” que requieren de una mínima masa crítica que en Navarra es difícil de alcanzar.

Asimismo, y en un contexto en el que Navarra va a disponer de un grado de Medicina público a partir de próximo curso, sería importante poder compartir proyectos docentes y de investigación sanitaria. En este sentido, también nos parece interesante la posibilidad de promover una industria farmacéutica pública no especulativa, que requiere de una inversión importante y que pudiera ser más eficiente si se plantea de manera compartida.

Por último, creo que se puede trabajar en intercambio de buenas prácticas en diversos ámbitos de la salud, compartiendo estrategias y campañas en Salud Pública, Salud Laboral, etc.