Me llamo Beatriz y vivo en Almería. Mi hija, que ahora tiene seis años, está superando una Leucemia Linfoblástica Aguda. Todo empezó cuando se comenzó a quejar de que le dolía el brazo y que, en consecuencia, no podía moverlo. La llevamos a urgencias un 21 de noviembre en relación con lo mencionado y los médicos que la visitaron consideraron que se podía tratar de un herpes, ya que mostraba una hinchazón debajo de la axila.

Después de una semana, nuestra hija se cayó y tuvimos que llevarla, de nuevo, a urgencias. Sabíamos que le pasaba algo, pero no pensábamos para nada que se tratara de una leucemia. Aun así, le hicieron un seguido de pruebas diagnósticas y determinaron que concretamente se trataba de una Leucemia Linfoblástica Aguda. Tuvieron que ingresarla en la Unidad de Curas Intensivas (UCI) durante dos días y luego la subieron a planta. De inmediato, la sometieron a un tratamiento de quimioterapia. De entrada, no conseguían que la médula quedara a 0 de enfermedad, así que pasado un tiempo, nos informaron de que la enfermedad de nuestra hija había pasado a ser de alto riesgo y que se planteaban si sería necesario un trasplante de médula ósea.

Finalmente, consiguieron llegar a 0 de enfermedad en la médula y el trasplante no fue necesario. En estos momentos está en mantenimiento. Ha terminado la quimioterapia suministrada por vía intravenosa y recibe tratamiento intratecal. También toma jarabe y pastillas en casa.

El hecho de haber vivido este proceso de enfermedad nos ha hecho percatar de alguna carencia que consideramos que se podría mejorar. Uno de los aspectos que creemos que es imprescindible es que se dote a los hospitales de material infantil estimulante en el ámbito deportivo y también de profesionales especializados, con el fin de fomentar la actividad física. Los ingresos hospitalarios son muy largos y pensamos que esta iniciativa conllevaría que mejorara la calidad de los mismos en relación con el estado ya no solo físico de los niños, sino también del anímico. En el mismo sentido, creemos imprescindible que se habiliten zonas verdes para poder pasar ratos en el aire libre y gozar de luz natural y creemos imprescindible que se cuiden otros aspectos como el vestuario; pijamas bonitos y agradables, por ejemplo, ayudarían a los niños y niñas a hacer más cómoda la estancia hospitalaria.

Es por lo planteado que nos dirigimos a los políticos del Parlamento de Andalucía, ya que son quienes nos representan, para que nos respondan a la pregunta concreta: ¿Por qué no se fomenta un acompañamiento en relación con la actividad física de los niños y niñas que tienen que pasar largas temporadas hospitalizados? Además, queremos poner sobre la mesa de las instituciones la necesidad imperativa de mejorar la inversión destinada a la investigación del cáncer infantil con la finalidad de avanzar hacia la cura y también de mejorar los tratamientos en relación con su efectividad y su agresividad.