Pregunta para Asamblea de Madrid

Sí, tengo un cáncer y es un obstáculo más en mi vida. ¿Cuándo se nos va a educar en normalizar esta palabra y dejar de ser un tabú?

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Begoña Santiago Pregunta de Begoña Santiago

Hola,

Soy Begoña y tengo 35 años. Hace tan solo 16 meses daba la bienvenida a uno de los mayores regalos de mi vida y un gran milagro, a mi hijo Gabriel. Tras siete años de tratamiento de fecundación in vitro le tuve entre mis brazos y disfruto viéndole crecer.

Durante el proceso pasé tanto por las manos de la sanidad pública como de la privada. En ambas recibí tratamiento de hormonas, pinchazos casi a diario, tres punciones, y tuve la ilusión y desilusión de quedarme embarazada y perderlo hasta en dos ocasiones. He entrado en quirófano para operarme dos veces por embarazo ectópico. En la primera me quitaron las trompas, y en la segunda, (curiosidad médica muy poco probable) mi bebé se alojó en el muñón de una de las trompas extirpadas.

Aunque estaba destrozada, no pude más pero seguí intentándolo porque sabía que todo tenía que mejorar. Y ahora puedo decir que los milagros, a veces, ocurren. Tras un embarazo con algún que otro susto, por fin pude ver la cara del hombrecito que iba a revolucionar mi vida. Y la revolucionó tanto que aún sigo esperando desde ese día poder dormir plácidamente.

Puedo decir orgullosa que SOY MADRE. Pero la vida me deparó otro gran obstáculo, un cáncer. Un cáncer que vino después de hacerme una reducción de pecho e incluso plantearme una mastectomía por los problemas que sabía que podían acarrear después de tanto tratamiento hormonal. Pero surgió así y ahora hago frente a un tumor agresivo, pero con muchas ganas de seguir adelante.

Y es que la vida es así. El cáncer ha supuesto un obstáculo más en la vida. Mi única preocupación antes de saber el diagnóstico definitivo y su pronóstico era pensar qué sería de mi marido y mi hijo tan pequeño... Sé que Gabriel tiene un padre maravilloso y que saldrían adelante, pero siendo sinceros, siempre he sido la fuerte de esta pequeña gran familia. Aun así, gracias a mucha investigación, hoy el cáncer de mama tiene cura, y aunque tenga que pasar por unos trámites duros estos meses, es una enfermedad que se supera. Soy afortunada.

Aun con todo este proceso, he decidido seguir adelante trabajando como autónoma, y a partir del lunes comienzo un trabajo nuevo en una empresa que está respetando toda mi situación. Por eso es muy importante la actitud que uno tenga. Que se normalice la palabra cáncer, que se quite hierro al asunto y que se desdramatice.

Existen muchos mitos alrededor de la palabra cáncer, mucha oscuridad y sufrimiento. Sí, soy una más, de tantas personas que ha tenido que enfrentarse a un cáncer y aprender a transitar ese camino, con todo lo que eso implica. Con sus luces y sus sombras. Con su llanto y sus penas. Hay días y días. Pero hay que vivir, y eso es lo más importante, para salir adelante.

Intentemos normalizar que a pesar de tener un cáncer, podemos seguir con nuestra vida, con nuestras rutinas, con disfrutar y ser feliz hasta con lo que pueda parecer insignificante. Yo no necesitaba un cáncer para saber lo afortunada que soy en la vida, pero ahora sé más que nunca la gran familia y amigos que tengo.

A toda persona que me esté leyendo, tras mis años tan variopintos, solo puedo decirles: “Mantén tu mejor actitud y diviértete en el proceso hasta lograr lo que sea. Tú decides ser feliz todos los días, luchar todos los días, no decaer, parar si lo necesitas, pedir ayuda si no puedes más. Pero repito, tú eres quien debe decidir ser feliz.”

Pero además, desde estas líneas, también me dirijo a nuestros representantes políticos de la Asamblea de Madrid. 
Y, lo quiero hacer, en primer lugar, con una sola palabra: INVESTIGACIÓN. Pido más recursos destinados a la investigación por y para las personas. Porque es lo que de verdad salva vidas, hace más cánceres curables y lo que sin duda mejora la calidad de vida en el proceso.

Y segundo, que se nos eduque y se hagan más campañas para normalizar el cáncer y que no se considere una palabra tabú. La necesidad interna de sensibilizar y acercar a la sociedad el cáncer desde una perspectiva lo más fidedigna y natural posible. Porque nos puede tocar a cualquiera, ninguno estamos libres de esta enfermedad. Que la comprensión, el respeto y la empatía sean los valores que prevalezcan ante todo.

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