Los canarios, al igual que los baleares, ceutíes y melillenses que residimos en la Península y que no estamos empadronados en nuestra tierra, no tenemos derecho a los descuentos en los vuelos a nuestro lugar de origen.

Las políticas que se aplican hasta ahora, que subvencionan el 75% del precio del billete, no subvencionan al usuario mientras no se regulen esas tarifas: subvencionan a las compañías aéreas mientras éstas tengan libertad absoluta para fijar los precios hasta donde ellas quieran. Las compañías aéreas establecen los precios de los billetes pensando sólo en el atractivo turístico y no en los canarios que somos de allí pero vivimos fuera. De hecho, el descuento de residente, no se aplica por haber nacido en Canarias, sino por residir allí.

Una familia canaria cualquiera, con dos o tres hijos, tendría que pagar entre 1000 y 2500€ en billetes de avión para poder visitar a sus familiares. Esto supone un impacto económico que ningún ciudadano medio se puede permitir.

El avión es el único medio de transporte del que disponemos y es injusto que tengamos que pagar unas tarifas tan altas; más altas que las que paga casi cualquier ciudadano europeo residente en España para volver a su país de origen.

Viajar desde cualquier parte de España hacia Canarias, y viceversa, debería ser tan asequible como viajar entre cualquiera de las comunidades. Los canarios tenemos el mismo derecho que cualquier ciudadano peninsular a volver a nuestra tierra y a visitar a nuestras familias. No podemos permitir que esta discriminación se alargue más.

Desde nuestro Colectivo, Canarios Sin Alas, exigimos que se estudie la posibilidad de crear puentes aéreos o nuevas rutas reguladas bajo OSP y que las instituciones tomen las medidas necesarias para fijar unos precios máximos de referencia asequibles. No queremos privilegios para los canarios por el hecho de serlo, ni mucho menos queremos que se anule el descuento del 75% para los residentes, lo único que pedimos es una buena conectividad entre la Península y Canarias para todos.