En Estados Unidos, cuando una persona se hace donante de órganos, se hace constar en su documento de identidad, lo que permite la rápida actuación cuando la persona fallece. No se pierde tiempo en preguntar a la familia y que sea ella la que decida, cuándo la voluntad de la persona ya era expresa. España es líder de donación de órganos en Europa, pero aun así se pierden muchos órganos.

Si tuviéramos una medida así, en la que la decisión de la persona, (cuándo es mayor de edad y plenamente consciente de sus facultades) se plasma en el documento nacional de identidad, se ganarían más vidas puesto que el tiempo en estos casos es fundamental y se respetaría la decisión personal de cada uno.