Mi nombre es Carolina Balcazar, tengo 31 años y fui diagnosticada con cáncer de mama hace aproximadamente 4 meses. 

En medio de la pandemia empecé a sentir molestias en mi seno, pedí cita en mi EPS pero recibir atención presencial y tener una orden para realizarme una ecografía fue algo que se demoró más de lo habitual.  Cuando por fin tuve la posibilidad de realizarme la ecografía, en la IPS el radiólogo me indica que no tengo nada, que se trata de bolas de grasa en el seno y omite que ya tenía una deformidad en mi pezón. Era claro que esta persona realizó el exámen de afán y no se tomó el tiempo necesario para evaluar con cuidado la situación. Es común que en estos puntos de atención que son contratados por las EPS, se midan los resultados por número de pacientes atendidos y no por la calidad o el cuidado que se brinda durante la atención, por eso en Colombia debido a diagnósticos errados se pone en riesgo diariamente la vida de muchas personas.

Debido a las demoras en la atención, la incertidumbre frente al diagnóstico que me dieron tras la ecografía y la preocupación pues la masa había crecido considerablemente, mi mamá me sugiere realizar nuevamente el estudio de manera particular y esta vez me confirman que tengo una BI-RADS 4a que es un hallazgo probablemente maligno. Luego, tuve que realizarme una biopsia, una mamografía que no es un exámen común para alguien de mi edad y que además es muy doloroso, pero fue así que pude saber que padecía un Carcinoma Ductual Avanzado que ya llegaba a los 8 cm.

Debo anotar que para poder conocer con claridad mi diagnóstico, todos estos procedimientos tuve que pagarlos y solicitarlos de manera particular, ya que en la EPS primero las autorizaciones son demoradas, la atención es negligente dadas las condiciones en las que se presta el servicio y los resultados tardan también en ser entregados incluso hasta 15 días hábiles. Mi tumor creció y yo no recibí tratamiento oportuno para impedirlo, debido a todas estas demoras, a los malos diagnósticos que recibí, pero sobre todo por la negligencia de las entidades de salud pues ante mi queja sobre el resultado de la ecografía no recibí más que excusas e indiferencia, el coordinador médico de la EPS no hizo más que poner trabas y argumentar que no era posible que yo recibiera por parte del radiólogo malas interpretaciones de mi situación.

Gracias a que me realicé los exámenes de manera particular, y a la colaboración de una persona para conseguir rápidamente las citas con el oncólogo y mastólogo, hoy puedo recibir mi tratamiento. Pero si no hubiera tenido estas opciones, no sabría con certeza nada sobre la enfermedad. En Colombia las autorizaciones para citas especializadas o procedimientos de alto costo como las quimioterapias, pueden tardar hasta más de dos meses y estas demoras en el sistema ponen en riesgo la vida de miles de personas. 

Por eso lanzo esta campaña, porque es importante concienciar sobre esta realidad que vivimos miles de pacientes con Cáncer en nuestro país. Pido al Congreso de la República que legisle y se haga un control efectivo a las EPS y a las IPS, para que se brinde una adecuada atención y se acaben las barreras administrativas que terminan en negligencias que atentan contra la vida de las personas. Es necesario que en Colombia frente a un mal diagnóstico y una mala atención los ciudadanos tengamos mecanismos efectivos para defendernos, para visibilizar las fallas del sistema y proteger nuestra vida.

Apoya es muy sencillo, sólo debes firmar. En Colombia necesitamos 350 firmas ✍ para que la petición sea respondida por los políticos. Ayúdame a compartir, para que nuestra petición se haga visible y juntos cambiemos todo esto que está tan mal. 

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