Me llamo Cintia, soy actriz y vivo entre Gran Canaria y Madrid. Empecé a ir a clases de teatro cuando tenía seis años, siempre supe que quería ser actriz. Luego estudié bachillerato de artes escénicas y me fui a Madrid para estudiar la carrera de arte dramático. 

Por otro lado, la danza era mi hobby. Empecé a ir con mi hermano, luego él se fue a estudiar fuera y yo seguí bailando en otras escuelas. Entonces volvió y montó su academia. El baile siempre ha formado parte de mi vida y en varias ocupaciones de manera profesional, como bailarina y coreógrafa para algunos artistas, y como profesora de baile una vez terminé los estudios.

En los últimos años, he ido trabajando en obras de teatro y anuncios. Por desgracia, en más de un casting he sido rechazada por no cumplir con el canon de belleza que siempre promueven: mujer blanca y delgada, sobre todo por lo segundo. Incluso una vez pusieron en el informe: “Eres buena actriz. Adelgaza”.

Creo que cada vez se ve más la diversidad corporal en películas y series, pero todavía hay mucho camino por recorrer. Normalmente, cuando vemos a una persona de talla grande, aparece como un personaje secundario, “la amiga de”, y la mayoría de veces es un personaje cómico. Nunca vemos mujeres gordas como protagonistas, con las que podamos identificarnos, que transmitan sentimientos, que se enamoren. Siempre las vemos de forma superficial.

No nos damos cuenta, pero lo que vemos en el cine y la televisión influencia mucho en nuestra forma de pensar y de relacionarnos. Si las personas gordas son ridiculizadas en los medios audiovisuales, es más fácil que los niños y niñas con estas características sufran acoso escolar, como me ocurrió a mí.

Ante esto, quiero dirigirme a los miembros del Parlamento Europeo, ya que se trata una cuestión que va más allá del ámbito nacional, para que fomenten la diversidad corporal en la cultura audiovisual, ya sea por talla, color de piel, diversidad funcional, etc.

Uno de los motivos por los que decidí ser actriz fue precisamente para cambiar las cosas. Quiero que mi trabajo sirva para abrir los ojos a la gente, para ayudar a todas esas personas que se sientan discriminadas o incomprendidas por falta de tolerancia a la diversidad. En la vida real hay gente alta, baja, gorda, delgada, blanca, negra… y todos tenemos derecho a ser representados.