Me llamo Claudia Matos, vivo en Málaga, y soy coach en el área de sexualidad y consejera en prevención del abuso sexual infantil y violencia de género. Mi objetivo es ayudar a las víctimas de abusos sexuales a que rompan su silencio y enseñar los signos de alertas para prevenir nuevos casos. 

No soy psicóloga, por lo que muchos os preguntaréis qué me ha llevado a dedicarme a esto. Desde que tenía 5 años, y hasta que cumplí los 21, fui víctima de abusos sexuales por parte de mi padre. Además, soy hija de una mujer víctima de violencia de género. 

El abuso sexual infantil se da en cualquier tipo de familia, independientemente de la clase social, religión o niveles socioculturales. Por ello, resulta primordial que los niños y niñas, así como su entorno, conozcan los signos de alertas o las señales que puedan mostrar la existencia de un caso de abuso sexual. 

Tenemos que hablar y conversar, tenemos que comunicar y enseñar a los niños y niñas la importancia de que se cuerpo es suyo y que nadie tiene derecho a tocarle sin su permiso. De esta forma, en caso de que ocurra, ellos tendrán la libertad de contarnos lo que está pasando. 

En mi libro, Secretos de familia: el camino hacia la restauración, explico como el abuso suele adoptar la forma de un secreto que la víctima no puede denunciar. Es por ello por lo que debemos crear un ambiente de confianza, un espacio en el que los niños y niñas se sientan cómodos para hablar. 

Los padres tienen que estar atentos y los menores deben estar informados para prevenir cualquier tipo de violencia. Por ello, como coach y conferencista en reuniones sobre prevención, me dirijo a los miembros del Parlamento de Andalucía para que tomen medidas al respecto. Si fomentamos los recursos que enseñan a identificar los signos de alerta, estaremos ayudando a prevenir numerosos casos de abuso sexual en menores.