Soy Codruta, la madre de David Andrei, un niño de cuatro años y medio superviviente de cáncer, vivimos en Guadalajara y tenemos otro hijo de un año y medio.

Hace un año, mi hijo, se empezó a encontrar cada vez más cansado pero no le di demasiada importancia. Acababa de tener a su hermano y en muchas ocasiones le decía que no podía jugar con él porque estaba cansada, pensaba que el me imitaba, así que no le di mayor importancia. Pero en agosto del año pasado notamos que tenía unos bultos en el cuello.
 

Nos mandaron directamente al Hospital de La Paz y después de varias pruebas nos dieron la noticia: tenía un linfoma no Hodgkin tipo Burkitt.
 

El mismo día que ingresaron a mi hijo me despidieron de mi trabajo. Teníamos que trasladarnos desde nuestra casa en Guadalajara (que se encuentra en Castilla La Mancha) a Madrid centro al Hospital de La Paz donde llevaba el tratamiento.

Durante ese tiempo no recibí ningún tipo de ayuda, no pude cobrar paro ni el subsidio porque trabajaba de empleada del hogar. Conseguimos subsistir gracias a mi familia y a mi marido que continuaba trabajando. El mes pasado, más de una año después,  fue cuando empecé a recibir una pequeña cantidad monetaria por la enfermedad reconocida a mi hijo.

Además, al yo no estar trabajando, mi marido no podía cogerse baja ya que solo un padre puede hacerlo para quedarse con el hijo. Aún así, su jefe le dejó cogerse días libres. Les estamos muy agradecidos a él y a su mujer porque nos ayudaron muchísimo.

Fue una situación muy dura, más aún con un bebé tan pequeño en la familia. Quería agradecer desde aquí a mi familia y al resto de amigos que nos ayudaron durante esos momentos.

Afortunadamente, el tratamiento funcionó muy bien con David y en enero de 2020 nos dieron la noticia de que estaba en remisión completa. Tan solo tenemos que ir a muchas revisiones durante los próximos años.

Quería utilizar esta plataforma para pedirle a los políticos que se comprometan a destinar más recursos para ayudar a las familias que tienen que dejarlo todo por la salud de sus hijos. No se puede añadir a las familias con niños con cáncer un sufrimiento añadido, es preciso ayudarlas para salir adelante en estos los momentos tan complicados.