El pasado 8 de noviembre mi abuela Esther Berrio fue ingresada en el Hospital Universitario de Burgos por un ictus que se le detectó dos días más tarde. Llamamos a la teleasistencia de Cruz Roja para pedir un ambulancia urgentemente porque parecía que se estaba ahogando. La teleoperadora nos dijo que pusiéramos a mi madre de lado y al ver que el envío de la ambulancia se demoraba nosotros mismos trasladamos a mi abuela hasta las urgencias del hospital. 

En el triaje de urgencias la clasificaron como posible paciente de Covid por la posibilidad de reinfectarse. Mi abuela ya contrajo esa enfermedad hace meses y el test de serología indica que tiene anticuerpos. Le sometieron a una prueba PCR y a una placa de tórax. 

Nos dijeron que la prueba había dado negativo pero que el resultado era provisional y que le harían otra prueba en dos días. También nos indicaron que tenía algo de neumonía por lo que la ingresaron en  la planta de sospechosos de Covid. No le realizaron escáner ni más pruebas a pesar de nuestra insistencia: nuestra abuela no respondía a ningún estímulo. 

Dos días después de su ingreso nos llaman para informarnos que tras un escáner han diagnosticado que mi abuela ha sufrido un ictus y no nos dicen nada sobre la segunda PCR. A pesar de este nuevo diagnóstico, no la trasladan de planta. Sigue en una zona con enfermos de Covid y los médicos no atienden a nuestras preguntas ni reclamaciones. 

La falta de información clara sobre su estado y la incertidumbre tiene a nuestra familia destrozada. No entendemos que mi abuela no esté atendida en una UCI o en otra planta en la que no estén los contagiados de Covid. 

Este lunes nos han vuelto a llamar para informarnos de que su estado de salud ha empeorado, ha tenido vómitos y los médicos nos han permitido entrar a visitarla de uno en uno. No queremos que la den por perdida. Tiene 75 años pero su vida vale como la de cualquiera. Exigimos una atención correcta para mi abuela, queremos que esté monitorizada las 24 horas. Si ha tenido un ictus no puede estar ingresada en una zona Covid, además es dependiente y necesita estar acompañada y cuidada constantemente.

Nos hemos puesto en contacto con El Defensor del Paciente porque creemos que se está cometiendo una negligencia médica con nuestra abuela y queremos respuestas y soluciones. Sólo pedimos que no den por perdido su caso y que sea tratada y monitorizada como es debido en una zona libre de Covid del hospital.