Pregunta para Asamblea de Madrid
Mi hija Isabella tiene TDAH y necesita una educación muy especializada. ¿Cuándo van a dar las ayudas necesarias para poder otorgársela?
Me llamo Dámaris y tengo una niña con TDAH. En el colegio nos advirtieron de ciertos problemas de conducta de la niña, fue entonces cuando decidimos hacerle una evaluación neuropsicopedagógica de manera privada; una vez recibido el diagnóstico, en la escuela pusieron en marcha los protocolos de dislexia y TDAH. En los centros escolares existe una problemática, y es la incredulidad de algunos maestros a la hora de tener alumnos con estos diagnósticos.
Desde que Isabella inició este pasado curso, la tutora le decía constantemente que le iba a enseñar una lista de todo lo que hacía a sus padres como no se portara mejor; esta actitud cambió por su parte, cuando entregamos a la escuela el diagnóstico de Isabella. El trastorno de atención e hiperactividad combinado, es real, pero hay mucha desinformación, la gente se piensa que es solamente un niño muy inquieto, y va mucho más allá; se ve afectado el estado de ánimo, las relaciones con los padres, su manera de socializar, su manera de expresar lo que sienten... Es un combo de muchas cosas, no solamente un niño que no es capaz de permanecer quieto.
Isabella es una niña alegre, le encanta bailar, actuar, es muy sociable, hasta la psicóloga nos dijo que no era una niña violenta, como sí quiso hacernos ver su tutora; gracias a nuestro trabajo como padres, hemos logrado que tenga una buena autoestima; a veces tiene bajones, pero no está medicada. Hay una gran desatención médica, nos dieron el diagnóstico porque lo conseguimos en una clínica privada, pero ni siquiera nos dan un seguimiento de su caso en lo referente a la salud pública. Volviendo al tema escolar, una vez que obtuvimos el diagnóstico, la directora del centro comenzó a adaptarle los contenidos que le enseñaban, Isabella tenía dificultades en el aprendizaje propias de un diagnóstico de dislexia y TDAH; tuvimos que pagarle horas de refuerzo con una psicopedagoga y mi hija empezó a avanzar, a leer más.
No existen becas ni ayudas para los niños que tienen un diagnóstico como el de Isabella, nuestro deseo y el de muchos padres, familias y profesionales, es que den ayudas económicas para los refuerzos de reeducación, que la contención psicológica sea gratuita. Necesitamos un estado presente en todos los aspectos, incluidos en niños con este diagnóstico, no que los excluyan y los dejen al margen; también que la sanidad pública nos informe y no nos deje a la deriva.
Isabella ha avanzado mucho a día de hoy, pero a base de un diagnóstico que hemos tenido que pagar por la sanidad privada, y las terapias de refuerzo que le hemos otorgado, también en el ámbito privado. Como dice una profesional a la que admiro, Lidia Arroyo: queremos “una escuela que no duela”.