Un mandato perdido: parálisis y retrocesos para Sevilla
No puedo sino calificar de desastrosa la etapa de la derecha política al frente del ayuntamiento de Sevilla.
Han sido años en los que ha escondido su falta de pulsión y su escaso nivel de esfuerzo político en buscar culpables externos para justificar sus mentiras, sus falsas promesas y la constante del incumplimiento. De esa manera, siempre ha habido alguien –el gobierno local anterior, las medidas que le vienen de arriba que acepta dócilmente con resignación y sin ni siquiera disputarlas- o su excusa preferida, la Junta de Andalucía que no nos autoriza esto o aquello.
Cuatro años en los que ha dejado claro que la lucha contra el paro no está entre sus prioridades, ni ideológicas, ni políticas, ni sociales. En este tiempo Zoido nos ha confirmado que su clientela son los poderosos, los empresarios que vienen a ver qué se llevan y la causa privada frente a lo público.
El principal problema de los sevillanos se ha chocado contra el muro de un alcalde insensible que se ha limitado a ver crecer esta lacra sin tomar ni una sola medida para combatirla. El pasado jueves 19 de febrero visité a la dirección provincial de CCOO de Sevilla que me corroboraron todo cuanto incluyo en mi análisis sobre el desempleo que, con Zoido como autoprometido “Alcalde del Empleo” han subido los desempleados nada menos que en 12.000 nuevos parados, rozando la cifra record de 90.000 personas. Llegar a la alcaldía prometiendo para luego frustrar la expectativa es lo que destroza la credibilidad del noble ejercicio de la política.
Zoido ha frenado bruscamente la función social que tenía disponer de una empresa pública dedicada a la vivienda. En estos momentos de grave crisis habitacional, la política de vivienda de Zoido se ha caracterizado por desmantelar lo público y por obstaculizar el impulso social de la Junta de Andalucía, cuando Izquierda Unida llevaba los temas de vivienda. Y si no, véase su comportamiento cruel, injusto y sectario en el caso de La Corrala Utopía... demostró no tener corazón al enviar los dispositivos municipales al desalojo mientras él disfrutaba del pregón de Semana Santa.
Falta de transparencia, privatizaciones de lo público, venta barata a las empresas para que ganen mucho dinero con el deporte de base, quiebra del consenso en el PGOU, retrocesos en austeridad, calidad democrática y ausencia de participación o un olvido absoluto de los barrios, ilustran los años de su negro balance.
En este enlace está el balance que hicimos a los tres años de gobierno, se explica más al detalle las cuestiones anteriores: http://iusevillaciudad.org/index.php/otros/1222-3-anos-perdidos-para-sevilla
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