Izquierda Unida no es muleta de nadie y mucho menos del PSOE
Comparto con usted que la ciudadanía debe tener claras las distintas opiniones que los grupos políticos manejen sobre los posibles pactos de gobierno. Pero lo diré una cosa que vengo repitiendo en la campaña: “Izquierda Unida va a entrar en el gobierno porque estará apoyada por una mayoría suficiente de sevillanos que entienden que somos la única opción de izquierdas que se presenta a las elecciones”. Y que gobernaremos obedeciendo a la gente y que cambiaremos las prioridades de la ciudad poniendo por delante el interés de la mayoría: Pan, techo, trabajo y dignidad. Lo puede ver en nuestro programa de gobierno que está aquí: http://iusevillaciudad.org/index.php/elecciones-municipales-2015/programa-de-gobierno-2015-2019
Para nosotros desde luego es fundamental echar al PP del gobierno. Han hecho mucho daño a las capas populares y a los trabajadores en beneficio de los poderosos y, desde luego, vamos a evitar que entren de nuevo al Ayuntamiento de Sevilla.
Pero Izquierda Unida no es muleta de nadie y mucho menos del PSOE. Experiencias anteriores nos han enseñado que el PSOE no es de fiar. Y que siempre que estemos en un gobierno de coalición, previamente se habrán consensuado los programas y los planes que sustenten el acuerdo y si tuviéramos que hacer algún tipo de pacto solo nos guiaría nuestro programa de gobierno que es el compromiso que adquirimos con nuestros votantes en las elecciones municipales.
Y, una vez concluidas las conversaciones con quienes compartan nuestro programa será la militancia de Izquierda Unida en Sevilla quien decida, No somos una franquicia con su sede central en Barcelona o en Madrid que subasta sus resultados a quienes mejor se los paguen. La política, ese noble ejercicio de compromiso con los demás, es algo alejado del marketing y de la frivolidad. De la política dependen muchas cosas demasiado importantes y serias como para jugar a la ruleta rusa con ellas. Son las cosas esenciales y vitales de la gente, como el empleo, la vivienda o la dignidad.
Seriedad, rigor y compromiso con las ideas y un poco de más respeto a las personas electoras.
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