Pregunta para Congreso de los diputados
Tenemos que concienciar a los más jóvenes sobre los peligros de las dietas restrictivas. ¿Qué se está haciendo frente a los mitos de la alimentación en Internet?
Mi nombre es Daniel, soy nutricionista y llevo tiempo hablando de la necesidad de concienciar sobre los peligros de las dietas restrictivas que algunos influencers han puesto de moda en redes sociales. Como ya sabemos, en las redes todo se magnifica y el sentimiento de pertenencia de grupo puede ser muy fuerte y dañino. ¿Qué se está haciendo para prevenir los efectos negativos de esta nueva “moda”?
Los adolescentes, sobre todo las chicas, son más vulnerables a la hora de caer en engaños como este. Se encuentran en un momento en el que están formando su identidad y para ellas la presión social es especialmente significativa. Viven en una continua disonancia ya que, por un lado, se ven influenciadas por una sociedad que relaciona la felicidad o popularidad con el consumo de comida basura. Pero al mismo tiempo, sufren la presión estética de tener que encajar en unos cánones de belleza muy rígidos y distorsionados. Esto provoca diversos problemas relacionados con la alimentación y la autoestima.
Esta nueva “moda” de las dietas restrictivas, que se basan en eliminar de manera drástica alimentos concretos, no favorece en absoluto el escenario actual.
Cualquier comportamiento que fomente la culpa por la alimentación es del todo inadecuado. No conocemos las circunstancias socioeconómicas de cada persona y no sabemos en qué situación se encuentra a nivel emocional o físico por eso es tan importante controlar el tipo de contenido que se comparte en redes. Sobre todo, si se tratan de faltas de respeto directas hacia una persona por no comer lo suficientemente saludable. Este tipo de actitud es especialmente peligrosa cuando viene de alguien con mucha relevancia.
Es importante entender que ninguna dieta debe de afectar de manera severa en nuestra salud mental. Generar un sentimiento de culpa en torno a la comida puede favorecer una preocupación excesiva por la misma y el desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria.
Nuestra prioridad debe ser estar sanos, no estar delgados. La salud mental también hay que cuidarla y dentro de un patrón de vida saludable debe estar presente la flexibilidad y el placer de comer diferentes alimentos. Hay que mostrar a las niñas y adolescentes que valen mucho más que una talla. Necesitamos que se ayude a concienciar sobre esto a nivel institucional.