Mi nombre es Daniela, tengo 19 años, soy de Madrid y me apasiona el deporte. Desde hace bastante tiempo el deporte es mi pasión, y también se convirtió en mi vocación. Pero hace algo más de un año, algo intentó truncarlo. El cáncer se asomó a mi puerta e intentó pararme, pero no lo hizo. 

Aquí estoy, viviendo y conviviendo con el deporte, lo que más disfruto. Tenía 17 años cuando me dio un ataque epiléptico y, tras ello, los médicos detectaron un tumor en mi cerebro. Me operaron y, de inicio, todo parecía marchar bien. Cerraron mis informes y me mandaron a casa; el tumor no era maligno. 

Sin embargo, un mes después me volvieron a llamar. Una persona había seguido investigando el tumor… Cuantas veces nos preguntamos: ¿Qué hubiera pasado si no se hubiera dado así? Corrí al hospital por petición de los médicos. El tumor era maligno y además había vuelto a crecer. Entonces me volvieron a operar e inicié el tratamiento: 33 sesiones de radioterapia y ahora pastillas de quimioterapia, el tratamiento que sigo desde hace meses. 

Cursaba 2º de Bachillerato entonces, y mi sueño era estudiar Ciencias del Deporte en la Universidad, pero la enfermedad me impidió alcanzar la facultad con la que soñaba, así que empecé la carrera en la Universidad Francisco de Vitoria. Estaba tan cansada entonces y se me hizo todo tan largo y pesado que tuve que dejarlo… Hasta que el final de uno de los tratamientos terminó justo a tiempo para que empezara el Grado Superior en Deporte, que terminaré este curso. He de reconocer que no he asistido ni una semana completa a clase, pues las revisiones, las reacciones y los efectos colaterales me lo impiden a menudo. Pero a pesar de ello me siento afortunada. La quimio en pastillas no es tan dura, y yo las tolero bien. 

Tras esta experiencia, tengo muy claro por lo que hace falta luchar y reivindicar. El cáncer infantil es considerado como una enfermedad rara, por la agresividad de los tratamientos y por lo insólito de muchos diagnósticos. Y, por ello, cuando se destina dinero a la investigación, esta suele dirigirse a la investigación contra el cáncer en adultos. Necesitamos investigación contra el cáncer infantil en particular. 

¿Cuándo se van a destinar recursos al cáncer infantil en particular, que es la primera causa de muerte en niños? Planteo esta pregunta a la Asamblea de Madrid, porque son mis representantes políticos. Por todas las personas que me he cruzado en mi camino y por Laura, con quien me cruzó la vida para materializar esta causa. 

Por mi parte, intento hacer todo cuanto está en mi mano. Charlas, retos deportivos, venta de pulseras… Pero, ¿quién más puede sumar a esta causa tan urgente?

El cáncer llegó a mí en esa edad limbo, la adolescencia, tan complicada para la vida y más para una enfermedad. Con 17 años, un hospital se convierte en un terreno aún más hostil. Afortunadamente, el año que viene podré empezar la universidad, mi carrera soñada, y seguir adelante. 

Hagamos juntos que todos los niños pacientes oncológicos puedan cumplir sus sueños. 

Muchas gracias a todos.