Soy Denisse Díaz, estudiante de Ingeniería Industrial en la Universidad del Magdalena. Actualmente, además de mis estudios, me dedico a gestionar mi emprendimiento, que es una tienda de ropa de segunda mano. Con esta iniciativa busco promover el consumo consciente para reducir el impacto ambiental de la industria textil.

Esta idea surgió durante la pandemia. Me di cuenta de que siempre he usado ropa de segunda mano y, generalmente, cuando dejo de usarla, la regalo. Entonces pensé en promover en las demás personas esta dinámica: usar ropa de segunda y luego regalarla o venderla a tiendas como la mía y que reciban un porcentaje por la venta. Así abrí la página para poder obtener ingresos con mi emprendimiento y, al mismo tiempo, empecé a leer e investigar sobre el cambio climático y la industria textil. 

Al enterarme del impacto que esta industria genera, empecé a explicar a mis amistades y personas cercanas este problema. Siempre he buscado que todos seamos conscientes de que el cambio climático es real y que, mediante el consumo responsable, podemos reducir nuestra huella de carbono. Desde entonces, la página ha estado creciendo en número de seguidores, y así he podido ampliar también el alcance de este mensaje. 

unto a mi madre, fabricamos diferentes artículos tejidos en crochet que también ponemos en la venta, estos accesorios son un excelente complemento para otras prendas de diferentes estilos. Adicionalmente, yo realizo diferentes accesorios artesanales. Con esto se puede destacar que los emprendimientos amigables con el planeta pueden tener un plus que promueven la economía familiar. 

Tumbando mitos

La ropa de segunda sí tiene estilo, contrario a lo que algunas personas piensan. Las tiendas de ropa usada también clasifican sus prendas por estilos; algunas se dedican a vender uno en específico. Así que sí: vale la pena consumir de forma consciente, comprar ropa de segunda y vestir con el estilo que cada quien prefiere. Ejemplo de esto son algunos países europeos. Hay tiendas allí venden sus prendas según las estaciones, después de que las personas, cuando dejan de usarlas, las llevan por pacas a esos comercios.

Esta petición que dirijo al Congreso, la hago con el interés de que se fijen en este tipo de emprendimientos y economías responsables. Espero que puedan apoyar estas iniciativas mediante proyectos de ley y que la agenda climática 2030 se cumpla de forma responsable y, así mismo, que se promuevan proyectos que fortalezcan los procesos pedagógicos sobre la lucha contra el cambio climático, pues actualmente son muchas las personas que desconocen este tema y sus consecuencias. 

Gracias a los lectores. Por favor apoyen y compartan esta petición. Necesitamos 350 apoyos en la web de Osoigo. Los invito a conocer mi tienda en Instagram @elrincondededa y pueden seguirme también en Tik Tok.