Me llamo Victory (más conocida como @dialecthica), tengo 21 años y soy nigeriana. Actualmente vivo en Madrid, lugar donde estudio Ciencias Políticas y Filosofía, no obstante, migré a Gran Canaria con tan solo seis meses. 

Llegué a España en brazos de mi madre, al ser madre soltera, no podía criarme sola, por lo que tuvo que darme en acogida hasta que pudo estabilizarse, sin embargo, nunca se desentendió de mí, siempre ha trabajado de forma muy precaria para poder mantenerme. Posteriormente, a los 14 años, pude volver con ella. 

Fue ese mismo año, 2014, cuando la lucha por obtener mi residencia dio resultado. Y es que, a pesar de haber llegado a España en 2001, los asuntos de burocracia y extranjería en este país están fatal. 

Fue también en esa etapa de mi vida, cuando, tras una charla que nos ofrecieron en clase, empecé a interesarme por el feminismo. Posteriormente, cuando cumplí 17 años, decidí involucrarme más en el tema, recopilar datos y utilizar mi cuenta personal de Instagram como altavoz de todo lo que aprendía sobre activismo social. 

Durante dos años publiqué contenido que no tenía mayor repercusión. Fue con la llegada de la cuarentena y, tras hablar con Násara, activista muy reconocida socialmente, cuando cambié el enfoque de mi contenido y mi cuenta explosionó. 

A través de mis redes expongo la violencia y discriminación que he vivido por el hecho de ser inmigrante. Y es que, mi infancia no fue fácil, durante varios años fui víctima de acoso escolar, un hecho que se extrapoló a la calle, daba igual donde fuese, siempre había alguien metiéndose conmigo por el hecho de ser negra. 

Esa violencia y discriminación de la que hablo esta instaurada en la sociedad de forma permanente. Las personas racializadas y migrantes nos enfrentamos de forma diaria a este tipo de actos. Es por ello por lo que hoy estoy aquí. Necesitamos que la agenda política aborde un proyecto de ley que integre y proteja a las personas racializadas y migrantes de países en vías de desarrollo, teniendo como objeto una serie de medidas que se detallan a continuación. 

1. En materia educativa, se debe disponer de una cuantía de plazas reservadas para estudiantes de este grupo social, y es que, en la actualidad, no existe una proporción real entre las personas racializadas y migrantes residentes en España, y las que tienen acceso a los estudios de grado universitario. No hablamos de un planteamiento tópico, sin ir más lejos, Estados Unidos posee un modelo educativo a fin a estos intereses. 

Del mismo modo, resulta primordial insistir en la concesión del permiso de residencia a estudiantes migrantes menores de edad que han estudiado la ESO en España. No podemos permitir que estas personas sigan viendo afectados sus intereses económicos (becas, ayudas, etc.) por no disponer de dicha acreditación. 

Siguiendo con las medidas educativas, debemos persistir en la eliminación de la triplicación de la matrícula universitaria para quien venga de países en vías de desarrollo, no tiene sentido que personas que han abandonado sus países de origen en busca de una mayor estabilidad económica, se encuentren con este tipo de trabas. 

Del mismo modo, deben existir centros de alfabetización y de aprendizaje de español para personas racializadas y/o migrantes de países en vías de desarrollo que tenga dificultades económicas y no puedan permitirse acceder a este tipo de educación. La mayoría de estas personas, que ni siquiera tuvieron la oportunidad de aprender su idioma, necesitan este tipo de apoyo para que su integración en la sociedad española sea efectiva. 

2. En lo que refiere a oportunidades laborales, al igual que en materia educativa,esta ley debe contemplar una cuantía de plazas en las empresas reservadas para personas racializadas y/o migrantes de países en vías de desarrollo. El objetivo no es otro que conseguir cierto grado de representación de este colectivo entre los trabajadores de España. 

3. Por otro lado, debemos tener en cuenta que muchas mujeres migrantes huyen de sus familias, y otras muchas recurren a la prostitución como vía de escape para sobrevivir. Ante esto, en materia de violencia machista, necesitamos una ley que permita a las mujeres en situación de vulnerabilidad, acudir a una entidad o institución para pedir asilo. A este respecto, no podemos olvidar la necesidad de incluir este tipo de violencia, la violencia machista de las familias, como violencia de género, es decir, una reconstrucción del concepto para que a estas mujeres se les pueda considerar víctimas como tal. 

4. Del mismo modo, esta ley debe tener como objeto la concienciación social. Para conseguirlo, los centros escolares deberían implantar una asignatura sobre igualdad en cuyos temarios se trate la desigualdad étnico-racial, además de fomentar los talleres sobre inteligencia emocional para que las personas aprendan a afrontar las frustraciones y a relacionarse de forma sana. 

5. Además, sería importante presionar para que la industria audiovisual incluya a personas racializadas y/o migrantes en series, películas y programas televisivos, con el fin de disminuir los estereotipos y fomentar la inclusión social mediante la cultura televisa. 

6. Por último, no podemos olvidarnos de la necesidad de incrementar el agravante por violencia racista, con el objetivo de reducir la discriminación por razón étnico-racial.