Egunon Josu:

Es una de las preguntas que más me hacen por la calle ¿ha cambiado algo?

Y le diré lo mismo que al resto de personas sí y no. Empecemos por lo positivo:

Durante la última etapa socialista encabezada por el señor García, el ambiente en el Ayuntamiento era irrespirable, y para muestra un botón: cualquiera no es capaz de sentar a la misma mesa al PNV, PP, EhBildu y Ezker Anitza-IU para denunciar sus actitudes caciquiles y autoritarias. Bien, pues este es el principal cambio. Con el actual equipo de Gobierno el trato se ha normalizado, y si tenemos que mantener una charla off the record se mantiene sin problema. Algo que por otra parte no debería ser noticia.

Sin embargo, a nuestro modo de ver, el actual equipo de gobierno está llevando a cabo políticas continuistas con la línea llevada por el PSE durante la última década. El cambio de aires en Barakaldo fue valorado positivamente en un primer momento por todos, hasta por las organizaciones de izquierda (las personas que no sean de Barakaldo pueden sorprenderse por esto, pero eso es que no conocen la deriva del PSE del municipio). Pero lo cierto es que ya ha pasado un año, y el PNV ha ido cayendo por la inercia aplastante de un pacto impuesto desde arriba, en los mismos errores que acabaron con todas las sensibilidades enfrentadas al anterior equipo de gobierno. Se está volviendo a la vieja práctica de entorpecer la labor de la oposición (como ejemplos, el borrador de presupuestos ha sido enviado en un pdf escaneado, en vez de archivo excel o similar; se convocan todas las comisiones y comisiones de trabajo a la vez, tratando de saturar a los grupos, se omiten decisiones adoptadas por las comisiones informativas y acuerdos plenarios, etc), las políticas y promesas de acción social siguen igual (de mal) que hace un año, se trata de ocultar la realidad con titulares carentes de fondo, se continua privatizando... y lo más importante: la promesa de abrir puertas y ventanas se ha olvidado (el Tribunal de Cuentas es el que está auditando el Ayuntamiento).

Por lo tanto, podría definir este primer año como conitnuista en lo político y cordial en lo humano.

Un saludo y gracias por preguntar!

Eder