El tejido cultural medio ha sufrido demasiado
Kaixo Mikel,
tienes razón en que las grandes instituciones y contenedores culturales ponen a las ciudades vascas en el mapa, pero la Cultura es también algo más que eso, sobre todo, algo muy diferente: son sus creadores jóvenes y no tan jóvenes, su tejido profesional medio de iluminadores, escenógrafos, gestores culturales y técnicos en general, etc. Este tejido, tanto a nivel estatal como en los municipios vascos, ha sufrido mucho en la última década, tanto económicamente como en materia de reconocimiento de derechos y de especificidades como sector. En el ámbito del deporte hay al menos tres niveles básicos: el deporte de base, los profesionales medios y el deporte de élite. Curiosamente, en la cultura pasa algo parecido, pero también hay una diferencia: en el ámbito del deporte todo el mundo reconoce el trabajo que se hace en las universidades norteamericanas en el baloncesto, o La Masía o Lezama en fúbol, y los deportistas de nivel medio y de élite siempre se acuerdan de ello y lo sienten como propio. La visibilidad y el gran éxito lo tienen ellos, pero como saben que sin la cantera no hay deporte, ponen recursos para protegerla y empujarla. En Cultura pasa lo contrario: hay un abismo entre la cultura de élite (entendida aquí no como de clase alta, sino como cultura-espectáculo o cultura-experiencia) y la cultura local, de base, arraigada en la historia de los lugares y de las generaciones. Asimismo, no se ha mirado por los profesionales de la cultura que no firman libros o ganan premios internacionales. Para tratar de potenciar el sector cultural de otra manera proponemos muchas medidas. Te comento un poco las que tienen que ver con la economía de la cultura y con la sostenibilidad del tejido. Hay que facilitar el acceso de los proyectos culturales a otros instrumentos de financiación y sostenibilidad para fomentar la autonomía creativa y cultural. Proponemos:
- Ley de Mecenazgo que incentive la colaboración público-privado de manera transparente y la financiación de la cultura por parte de otros agentes, sin perjuicio de la necesaria aportación pública en los proyectos liderados por la administración. Este apoyo no debe quedar limitado a las grandes empresas sino que debería involucrar pymes y medianas empresas en proyectos locales. Incorporar una dimensión cultural en las empresas puede resultar rentable en todos los sentidos a medio y largo plazo, ya que permite un modo diferente de comunicación y relación con el resto de la sociedad y una legitimación mayor en el territorio.
- Crear un Fondo Social de la Cultura que se financie con dinero de la cultura. Una parte del dinero que se recauda con la cultura debe reinvertirse en cultura (alrededor del 18%). Creación de una casilla cultural en el Modelo 100 de la declaración de la renta. Aplicación real y efectiva del 1,5% cultural.
- Estatuto del artista y del profesional de la cultura: debemos apostar por mejorar las condiciones laborales y fiscales de los autores y profesionales, desde los artistas hasta los técnicos. Modelos más flexibles de cotización y consideración de las condiciones materiales y laborales de los profesionales por cuenta propia y por cuenta ajena. También que incluya a aquellos que desarrollan su actividad movidos por el interés artístico que el lucrativo y que podrían encauzarse hacia modelos cooperativos de economía social y solidaria.
Tienes más propuestas en el programa de cultura de Podemos. Espero que esto te haya ayudado en algo. ¡Muchas gracias!
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Creo que tenemos un ejemplo cercano, Donosti, que está haciendo las cosas muy bien. Es verdad que con Bellas Artes o Guggenheim Bizkaia transmitimos imagen de ciudad o provincia involucrada con la cultura, pero desgraciadamente es un consumo vinculado más al turismo que a la cultura. Como quieren potenciar el sector cultural del día a día?