Pregunta para Congreso de los diputados
Mi nombre es Eme García, sufrí bullying durante años. ¿Cuándo se van a tomar medidas para que se visibilicen todos los casos de bullying en las escuelas?
Mi nombre es Eme, hoy por hoy soy estudiante universitario en Madrid y he sido víctima de bullying desde una edad muy temprana, aunque como muchas víctimas del acoso tardé muchos años en darme cuenta y reconocerlo como tal.
Tenemos una idea del bullying muy extremista cuando en realidad se da muchísimos casos a diario que se invisibilizan. El 33% de los niños de los 9 a los 17 años sufren acoso al menos una vez a la semana, y al menos 1 de cada 5 lo ejerce. Hay algo que no va bien.
Crecí escuchando constantemente insultos como maricón, viendo como me dejaban de lado constantemente y siendo humillado una y otra vez por ser quien era. Por desgracia mi historia podría ser la de miles de niños y niñas del colectivo LGTB que crecen aguantando el odio en sus vidas y podrían suscribir mis palabras. Te hacen llegar a replantearte que quizás el problema seas tú, pero no crees que sea bullying, no te han pegado.
A pesar de que cada vez hay más conciencia alrededor de la lacra que supone el acoso escolar los números de víctimas en las aulas siguen creciendo, eso quiere decir que algo tenemos que cambiar.
Por eso quiero dirigir mi campaña a los políticos del Congreso de los Diputados para preguntar cuándo se va a intervenir en las escuelas e institutos con medidas como charlas o formación de los profesores para que se puedan detectar todos los casos de bullying que son silenciados, concienciando a las víctimas de lo que están sufriendo y a los acosadores de las posibles consecuencias de sus actos.
Es muy importante educar en valores y prevención para que las aulas sean lugares seguros y agradables para cualquier niño o niña sin importar su orientación sexual ni ningún otro rasgo personal o físico.
El bullying es una realidad muy presente que se repite todos los días, lo extremo de este fenómeno no es la violencia física, son los casos de suicidios de víctimas que llegan a quitarse la vida porque no pueden aguantarlo más.
El odio va mucho más allá de la puerta de la clase de un colegio, es importante acabar con la romantización de que sufrir acoso nos hace más fuertes o más valientes para quitarle peso a sus consecuencias. La realidad del bullying es que es una experiencia por la que nadie debería pasar y que te deja inseguridades y traumas para siempre.
¿Hasta cuándo tenemos que sufrir todo esto?. Creo que escuchar historias como la mía pueden ayudar a abrir los ojos a niños que estén viviendo lo mismo que yo, sin embargo no vale con esto. Es necesario aplicar más esfuerzos desde las instituciones para luchar contra el odio y que el bullying deje de empañar infancias, crear miedo e incluso cobrarse vidas. Firma y comparte la campaña para que nos escuchen.