Mi nombre es Erika y mi hijo tiene leucemia. Fuimos al hospital porque mi hijo siempre estaba muy cansado y estaba muy pálido. Le tuvieron que ingresar porque vieron que podía ser leucemia, y a los tres días nos confirmaron el diagnóstico. 

Empezamos el tratamiento, que va por ciclos. Ahora mismo estamos en el tercer ciclo. La investigación es fundamental porque cada vez hay niños más pequeños que tienen que atravesar por esta enfermedad. 

También creo que se deberían mejorar las pruebas diagnósticas y los tratamientos para los más pequeños. Muchas veces el tratamiento es muy duro tanto para ellos como para nosotros, los familiares.  

Por otro lado, falta mucho acompañamiento psicológico para los padres. Hay días en los que te vienes abajo y te sientes fatal y no hay nadie que pueda ayudarte. Pero este apoyo no solo es para los padres, sino también para los propios niños. Muchos de ellos que son un poco más mayores saben perfectamente lo que está pasando.  

Me gustaría que la Asamblea de Madrid se hiciera eco de estas peticiones.