Volver a casa por Navidad se está convirtiendo en un calvario muy caro y complejo para miles de españoles que viven y trabajan en el extranjero. Desde el lunes, el Gobierno español exige una prueba PCR negativa realizada en las 72 horas anteriores al viaje a todo aquel que quiera entrar en nuestro país. 

Esta exigencia ha complicado el regreso a miles de españoles que tienen que recurrir a clínicas privadas saturadas para lograr cita para realizarse una prueba a tiempo para volver a casa. Los españoles en el extranjero que no presenten una prueba a su llegada se exponen a una multa de hasta 6.000 euros. 

Nos hemos puesto en contacto con varios ciudadanos españoles en el extranjero que nos han relatado sus odiseas para intentar volver a casa para las próximas fiestas. Exigen al Gobierno español información clara y facilidades para hacerse la prueba a su llegada a los aeropuertos. Estos son sus relatos y reclamaciones. 

Belén lleva dos años viviendo en Bristol y no ha visto a su familia desde el verano. “Me saqué los billetes antes de que entrara en vigor esta nueva exigencia y ahora estoy intentando buscar una clínica privada fiable para hacerme la prueba a tiempo pero están saturadas y los precios son abusivos. Los test más baratos que he visto son 120 libras en la cadena de parafarmacias Boots. Si consigues cita, muchos no te garantizan que te vayan a dar los resultados a tiempo para coger el vuelo”. 

Como otros muchos ciudadanos, Belén lamenta la falta de información y alternativas que ofrecen desde los organismos oficiales. “Pude ponerme en contacto con el consulado y me remitieron al BOE donde se indicaba la nueva normativa sin más explicaciones ni facilidades”. 

“Los expatriados no existimos para el gobierno. Medidas tomadas tarde y mal, sin preocuparse cómo afectan a los millones de españoles que vivimos fuera. Vergonzoso”, denuncia Belén que propone, como otros ciudadanos, que los que no puedan hacerse la prueba en origen tengan acceso a un test a su llegada a España.

Anabel vive desde hace tres años con su familia en Milton Keynes. Tienen billetes reservados para volver a España el próximo 11 de diciembre pero la cadena de parafarmacia Boots no realiza pruebas a su hijo pequeño. “Los precios son abusivos y no hay un límite fijado por el Gobierno británico. Me parece bien que se imponga la necesidad de hacer test para entrar pero no se está organizando bien y no hay alternativas ni facilidades. Las empresas están haciendo negocio a costa de nuestra necesidad de viajar”.

Noelia Casanova está haciendo un postdoctorado en la Universidad de Cambridge: “Tengo un bebé de tres meses y es muy difícil encontrar una clínica que le haga un PCR. Tengo cita para mi marido y para mí pero para mi bebé es muy complicado. He escrito a la Embajada en Londres, al Ministerio de Sanidad y he llamado a la Policía Nacional del Aeropuerto de Santiago y lo único que me dicen es que el BOE pone que nadie está exento de presentar la PCR. En Cambridge sólo hay un Boots que hace pruebas, yo tengo cita ya pero está colapsado y mucha gente está desesperada”.

Sandra ha decidido con los suyos que tendrá que volver a España en coche: “Entre cuatro nos sale a 100 libras por cabeza y las pruebas oscilan entre 150 y 200 libras. Los vuelos están encarecidos y sigue existiendo el riesgo de cancelación. A nuestra vuelta a Reino Unido tendremos que pagar otros test y estar cinco días en cuarentena o 14 días en aislamiento si no nos hacemos el test. El Gobierno español debería ofrecer alternativas si no pueden hacerse las PCR para volver: por ejemplo, la posibilidad de hacer cuarentena nuestras casa en España”. 

Miles de españoles en el extranjero se están movilizando para reclamar respuestas, soluciones y alternativas para poder volver a su casa por Navidad con seguridad. Firmando y compartiendo esta campaña ayudas a que su voz sea escuchada y los políticos españoles tengan que darles una solución.

Actualización: El Gobierno español ha accedido a modificar la resolución que regula la entrada a nuestro país. La exigencia de presentar un test negativo se mantiene pero quedarán exentos los menores de 6 años. Además, también se permiten las pruebas TMA (parecidas a las PCR).