Pregunta para Asamblea de Madrid

Tengo 29 años y padezco artrosis prematura. ¿Por qué no me mandan un tratamiento para ralentizar la enfermedad o paliar los dolores?

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Estefanía Campos Pregunta de Estefanía Campos

Hola, me llamo Estefanía, tengo 29 años y estoy recién diagnosticada de artrosis prematura. Esta es una enfermedad crónica, degenerativa y que me ha costado mucho comprender, ya que no es común en personas jóvenes. Me ha costado un total de tres años y mucha insistencia conseguir un diagnóstico oficial para empezar a entender y a tratar los dolores que siento. 

A finales del año 2019, fui por primera vez a urgencias por un dolor extremo en los tobillos, principalmente en el derecho. Allí, como suele pasar en los servicios de urgencias, estuve mucho tiempo esperando para que me atendieran. Cuando conté los síntomas me hicieron una radiografía en cuyos resultados no parecía haber nada fuera de lo común. Me mandaron paracetamol y reposo. 

El dolor no se me quitaba, iba por momentos o incluso por días, pero cuando lo sentía era insoportable. En enero del 2020 volví a urgencias y me dijeron que “este no era un caso de urgencia, que pidiera cita con mi médica de cabecera”. Insistí en que casi no podía andar del dolor y concluyeron con que sería un esguince de tobillo. Paracetamol y reposo.

Cuando por fin tuve la cita con mi médica de cabecera lo achacó todo a mi sobrepeso, sin embargo, a mi no me cuadraba nada lo que me estaba diciendo. Le insistí para que me diera cita con el traumatólogo y, finalmente, la conseguí. Una vez en el especialista me exploró los tobillos y me comentó que tenía mal la pisada y que, a parte, me iba a mandar una resonancia para descubrir el por qué de tanto dolor. 

La cita de la resonancia era para cinco meses después y tuve la mala suerte de que el mismo día que tenía la prueba surgió un imprevisto familiar que me impidió ir. Llamé y me dieron cita para seis meses más tarde. Como no podía esperar tanto, decidí hacerme la prueba por privado. Los resultados fueron que mis tobillos sufrían cambios degenerativos, alteraciones morfológicas y una gran hinchazón. Acto seguido empecé con la rehabilitación, que fueron pocas sesiones porque no todo el mundo se puede permitir la vía privada. 

Cuando me hicieron la resonancia por la vía pública, me diagnosticaron artrosis prematura, no obstante, tampoco me dieron información más allá del nombre de mi enfermedad. Me enviaron a rehabilitación de nuevo, meses después, cuando fui, no me pudieron atender porque la aparatología no funcionaba. Me mandaron unos ejercicios para hacer en casa. 

A día de hoy, sigo esperando a que me vuelvan a llamar de rehabilitación o, simplemente, a que me llame el especialista para decirme qué puedo hacer para intentar paliar los dolores y retrasar mi enfermedad al máximo posible. Necesito que algún profesional de la salud me ayude a vivir con esta patología, que no me permite andar, socializar, seguir con mi vida laboral, etc…

Escribo este texto para pedir más empatía. Parece ser, que en la sanidad pública española si no tienes una enfermedad terminal te restan importancia y te tratan como si estuvieras loca por exagerar el dolor. También, veo necesario destinar más fondos en aparatología o incluso en la incorporación de más especialistas para que no haya tanta distancia temporal entre cita y cita. 

A nivel más personal, necesito que se vuelva a activar el proceso de rehabilitación y que se me preste más apoyo, recetando algún tratamiento que no se trate de paracetamol e ibuprofeno, medicamentos que ya no me provocan ningún efecto. Estoy desesperada, porque no entiendo como una enfermedad común en personas ancianas me puede estar afectando a mí y cómo puede ser que los médicos no hagan nada por ralentizar mi proceso degenerativo. 

Los pacientes no somos un número, no somos una rutina, somos humanos y me parece que algunos profesionales deberían tratarnos de forma más personalizada y, por supuesto, con más tacto.

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