Me llamo Estela y quise ser madre. No quiero revelar mi edad por miedo a las críticas que me puedan llegar, pero sí el compartir un tema que me toca profundamente: la prevalencia de la depresión y la ansiedad en pacientes que enfrentan a problemas de infertilidad. Mi propia experiencia en este camino, ha sido un viaje lleno de emociones complejas y desafíos inesperados, y siento que es crucial hablar sobre el impacto que esto puede tener en la salud mental.

Cuando comencé mi tratamiento reproductivo, me sentía esperanzada y decidida. Sin embargo, a medida que pasaban los meses y las pruebas no daban los resultados que anhelaba, empecé a sentir una carga emocional que no había anticipado. La presión de las expectativas, tanto las mías como las de mi entorno, se convirtió en un peso difícil de llevar. Recuerdo momentos en los que me despertaba en medio de la noche, con el corazón acelerado, sintiendo una mezcla de ansiedad y tristeza que no podía explicar. 

Lo que más me sorprendió fue darme cuenta de que, antes de iniciar este proceso, no había tenido problemas de salud mental. Sin embargo, el estrés sostenido y la incertidumbre comenzaron a afectar mi bienestar emocional. Las visitas a la clínica, las inyecciones, las pruebas y la espera de resultados se convirtieron en un ciclo agotador. En ocasiones, me sentía atrapada en un túnel oscuro, sin ver la luz al final. 

En este contexto es donde creo que el acompañamiento psicológico se vuelve esencial. Un apoyo emocional desde el primer diagnóstico puede marcar una gran diferencia. En mi caso, no conté con ese apoyo desde el inicio, y creo que si hubiera tenido la oportunidad de hablar con un profesional, podría haber gestionado mejor mis emociones y encontrado herramientas para enfrentar la situación. 

Cada paciente es único, y es fundamental valorar el apoyo emocional que se necesita en cada etapa del tratamiento. La infertilidad no solo afecta el cuerpo, sino también la mente y el espíritu. Por eso, quiero hacer escuchar esta petición, para que se tenga en cuenta considerar la importancia de integrar el apoyo psicológico en el tratamiento de la infertilidad. Cuidar de la salud mental de los pacientes, es tan crucial como abordar los aspectos físicos del tratamiento.

¡Apoya esta reivindicación! Juntos lo conseguiremos. Gracias.