Hola. Me llamo Estrella González, tengo 52 años y convivo con disfunción bilateral ATM (dolor crónico neuropático). 

Estoy diagnosticada desde el año 2010 aprox. En mi diagnóstico he tenido suerte porque empecé con un dolor en la mandíbula leve y yo, en ese momento, trabajaba como auxiliar administrativo en un centro de Atención Primaria, con lo cual mi doctora de primaria me mandó tratamiento con relajante muscular y si en una semana no se quitaba el dolor me mandaba a cirugía maxilofacial. 

Me citaron en un hospital de Madrid y me dijeron que me tendría que realizar algunas pruebas. El dolor seguía cada de más y ya bilateral, ósea que empezaron las cirugías, primero abiertas y luego de prótesis -La primera me dio alergia y la tuvieron que retirar para hacer un injerto costocondral, que tampoco me valió-, pero antes de estas cirugías, me hicieron una artroscopia pensando que obtendrían un resultado positivo. Aproximadamente hace 5 años me pusieron prótesis a medida con materiales que no me producían alergias. Me tratan en la Unidad del Dolor de un hospital de Madrid porque las prótesis mejoraron al poder comer, pero el dolor está cronificado y es mucho y continuo.

La articulación temporomandibular (abreviada como “ATM”) actúa como una bisagra deslizante que conecta la mandíbula con la parte lateral de la cabeza. Existen dos articulaciones apareadas, una a cada lado de la cabeza, localizadas justo en frente de los oídos.

Si la articulación temporomandibular funciona adecuadamente, permite hablar, masticar y bostezar. Es una articulación muy necesaria y altamente empleada en nuestra vida diaria. Cada articulación está compuesta por un disco cartilaginoso, músculos, ligamentos, vasos sanguíneos, nervios cercanos y, por supuesto, los dientes. Cuando la articulación no funciona correctamente, puede dar lugar a algunos trastornos bastante molestos y dolorosos.

Desde el diagnóstico de esta afección creo que tengo peor carácter porque el dolor a veces me enfada y me supera. Además, ha influido mucho en mi vida porque, por ejemplo, al ser suplente en mi vida laboral, ya no pude seguir trabajando. Lo mismo me pasó a nivel social, porque es un dolor que aumenta si como, hablo o, incluso, me rio a carcajadas. Solo estoy bien cuando duermo. 

En general, me gustaría poder salir más o disfrutar más. La gente no entiende que dolor crónico es igual a: dolor siempre. No descanso ni fines de semana ni vacaciones ni nada. Por supuesto, hay mucha gente que no tiene ni idea de lo que es ATM, creen que es un ‘dolorcillo’ al comer o bruxismo. 

Me gustaría que, para el tema de la empatía, ya sea cualquier ciudadano o cualquier político, pudiera estar con esta afección durante 24 horas y el tema se quedaría totalmente solucionado. 

Por todo lo plasmado, lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados para que haya más visibilidad e investigación para la disfunción bilateral ATM (dolor crónico neuropático) y el resto de enfermedades invisibles. 

De igual forma, queremos que empiecen a aparecer fármacos para paliar el dolor y, sobre todo, más unidades de dolor en hospitales con mucho más personal sanitario especializado. Además, todos o casi todos los que tenemos estás patologías sufrimos depresión o ansiedad, pero el acceso a la salud mental ni está ni creo que se le espera. ¡Esto debe cambiar!

Por último, a nivel personal necesito que haya más intentos de solucionar el dolor y que cuando se hable de dolor crónico se sepa que hay otras articulaciones que duelen y son menos conocidas. ¡Llevamos mucho tiempo sufriendo y necesitamos que el sistema sanitario nos ayude ya!