La estafa de iDental  fue un fracaso cuya responsabilidad debe ser tenida en cuenta por la administración. La labor de control sobre la actividad empresarial debemos de mejorarla para evitar que se den nuevos casos en que empresas sin escrúpulos se permitan engañar a la ciudadanía. Muchas personas ante la escasez de recursos se vieron empujadas a confiar en las ofertas engañosas que se les hacían, y también confiaron en que el sistema no permitiría una estafa a gran escala como la que se produjo. Por lo tanto en primer lugar debemos reflexionar sobre las herramientas a nuestra disposición para detectar lo antes posible estas situaciones y prevenirlas.

A las personas afectadas por los tratamientos debemos darles una respuesta satisfactoria desde la sanidad pública para recuperar la salud bucodental y evitar las complicaciones derivadas de la mala praxis.

A largo plazo nuestro objetivo será introducir progresivamente la salud dental dentro de las coberturas de la sanidad pública. Consideramos que es una necesidad básica a la que no se está respondiendo lo que va en detrimento muchas veces de la calidad de vida,  pues los costes de algunos tratamientos resultan inasumibles para las familias debido al margen de beneficios que aportan a las empresas privadas.