Hay que salir de la disyuntiva entre empleo o salud, porque no hay empleo en un planeta muerto. No podemos dejar que se nos obligue a elegir entre el fin del mundo o llegar a fin de mes.

Los niveles de contaminación de Asturias están provocados en gran parte por la actividad industrial. No se cumple la legislación porque la administración no hace su función por miedo a que las empresas se trasladen a otros países con regulaciones más laxas. Nos están  condenando a enfermar para conservar unos puestos de trabajo que además no son suficientes para combatir el alto índice de paro que tenemos.

Sin embargo para combatir esta situación disponemos ya de formación y conocimientos para desarrollar actividades industriales sin perjuicios para la salud. Además tenemos que seguir invirtiendo en I+D y aplicar la investigación y el desarrollo tecnológico mediante programas universidad-empresa para fomentar actividades de futuro que ayuden a dejar atrás la industria pesada.

Si los seres vivos evolucionan ¿por qué no va a hacerlo la sociedad? Nuestra economía debe evolucionar hacia actividades que no dañen la salud ni el entorno,  y además supongan la creación de puestos de trabajo: gestión de residuos, tratamiento de aguas, agricultura ecológica, restauración y adaptación de viviendas, movilidad sostenible.... Estudios de la UE estiman que se podrían crear más de 2 millones de empleos en Europa con el impulso de estas actividades en los próximos diez años.