Mi nombre es María, soy madre de seis hijos con dislexia, un trastorno que supone dificultades en el aprendizaje de quienes lo padecen, más aún en la Comunidad de Madrid, donde no se tiene en cuenta este condicionante de muchos alumnos a la hora de realizar la selectividad a pesar de que en el resto de comunidades llevan años aplicando medidas específicas. Como yo hay muchos otros padres con hijos con dislexia en Madrid, pasando por los mismos problemas y sufrimientos.

El 40% del fracaso escolar está motivado por las dificultades de aprendizaje específicas que el alumnado presenta, en muchas ocasiones sin diagnosticar pero en su mayoría provocada por la dislexia.

La falta de apoyo desde el sistema educativo hace que los alumnos con dislexia y otras dificultades de aprendizaje dependan de los recursos económicos de sus padres para poder seguir avanzando en su vida educativa, quienes tienen esa suerte se encuentran con un último obstáculo a veces insalvable en la prueba de acceso a la universidad de la Comunidad de Madrid (EvAu)

La EvAu tiene carácter universal, es igual para todo el alumnado que se presente en España. La realidad es bien distinta si tienes dislexia. Dependiendo de en qué comunidad autónoma realices la prueba tendrás unas u otras medidas de accesibilidad, siendo Madrid la comunidad donde menos en cuenta se tiene la dislexia y/u otras dificultades de aprendizaje como la disortografía a la hora de realizar y corregir la prueba. 

En la EVAU madrileña las faltas de ortografía de los alumnos con dislexia están penalizadas sin tener en cuenta el trastorno que presentan dichos alumnos cuya gran y máxima dificultad es el aprendizaje y dominio de la lectoescritura, por lo que las faltas de ortografía o distorsiones gráficas derivadas de su dislexia hacen muy difícil la realización de la la EvAu, donde las faltas de ortografía son penalizadas sin tener en cuenta el hándicap que ello supone para este colectivo. 

Si estos alumnos con dislexia realizaran la misma prueba en otra comunidad autónoma verían ese obstáculo discriminatorio totalmente eliminado, ya que en comunidades como Cataluña las faltas de ortografía a las personas con dislexia se les penaliza de manera diferente añadiendo un dígito más (0,05). Con lo cual la accesibilidad de la prueba no es la misma en una u otra comunidad.  

La media académica para acceder a la universidad dependen en un 40% del resultado obtenido en esa prueba. Con lo que no todos tienen las mismas oportunidades para acceder a la universidad ni para elegir su futuro. Determinará tu futuro donde vivas y si tienes o no dislexia, quedando relegado a un segundo plano tu esfuerzo, conocimientos y competencias adquiridas o valía personal.  

¿Te imaginas que a un alumno miope le obligaran a tomar el examen sin gafas o que no habilitaran una rampa para un estudiante en silla de ruedas?, sería impensable pues la equidad es un principio que debe primar en la educación pública. ¿Por qué se trata diferente a quienes presentan y alegan dificultades de aprendizaje?

Desde la Asociación Madrid con la Dislexia llevamos años luchando por un marco que contemple medidas específicas para los alumnos con dificultades de aprendizaje, adaptando los criterios como ya se hace en otras comunidades. Es cuestión de voluntad política.

Por eso quiero dirigir esta campaña a los políticos de la Asamblea de Madrid para preguntar cuándo se establecerán criterios de corrección en la prueba de acceso a la universidad de nuestra comunidad que tengan en cuenta las dificultades de aprendizaje como la dislexia, aplicando medidas como la no penalización de las faltas de ortografía.

Gracias a la lucha incansable de nuestra asociación se han conseguido muchos avances importantes en los últimos años, como la adaptación de la fuente de letra de los exámenes o la posibilidad de ampliar el tiempo de duración del mismo. Sin embargo estas medidas aún son insuficientes y nuestros hijos siguen estando en desventaja.

Como cuatro de mis hijos otros muchos alumnos han realizado la selectividad enfrentándose a las penalizaciones injustas por faltas ortográficas que vienen derivadas de distorsiones gráficas por la dislexia. Todo por ser diferentes y vivir en Madrid. 

En base al principio de igualdad de oportunidades los alumnos con dislexia que realizan la prueba de acceso a la universidad en otras comunidades fuera de Madrid pueden optar a plazas universitarias aquí, ¿dónde queda el principio de equidad? No puede ser la solución enviar a nuestros hijos a estudiar fuera de su comunidad para poder ir a la universidad. 

Con algo tan simple como tener en cuenta la dislexia a la hora de corregir los exámenes de manera que el tribunal que corrige tenga conocimiento de la dificultad lecto escritora que presenta el alumno, como le afecta y que prime el contenido sobre la forma no penalizando las distorsiones gráficas derivadas de la dislexia,  se daría un paso enorme hacia la equidad y la inclusión. 

Llevamos años peleando por esto, necesitamos que los políticos de la Asamblea de Madrid nos escuchen y nos ayuden a cambiar este sinsentido. Firma y comparte la campaña para llegar a ellos.