Mi nombre es Fatima Balde, soy educadora infantil, y soy víctima y superviviente de abuso sexual, el cual sufrí durante mi niñez y adolescencia. Es algo muy duro en vida y que me dejó una huella muy grande, pero de mayor decidí realizar algo al respecto. Hace un año, inicié un proyecto independiente e individual: FTM (Fes Trenca i Mou-te), que habla sobre la concientización y prevención del abuso sexual a menores.

Uno de los objetivos es concienciar a la sociedad sobre esta problemática social, romper con el silencio y con lo tabú de este tema. Por eso, brindo charlas en institutos, colegios, grados superiores, grupos de scout y split, las cuales van acompañadas de dinámicas y participación con los presentes para que se pongan en la piel de las víctimas y comprueben que no son casos aislados sino muchos.

Las charlas van dirigidas desde niños, niñas/adolescentes hasta personas adultas. A los más pequeños les enseñamos cosas básicas -que deberían estar en el currículum escolar- como por ejemplo, juegos que hablen sobre las partes del cuerpo, las partes íntimas y el consentimiento. Con los jóvenes hablo sobre abuso sexual y les brindo herramientas y recursos sobre el derecho a romper el silencio, a cómo denunciar y pedir ayuda, y les informo sobre los hospitales y fundaciones a los que pueden acudir. Y con los adultos hablo sobre cómo detectar, prevenir y tratar a las víctimas de ASI. 

Nos encontramos con muchas víctimas con miedo que no saben cómo accionar porque ni en casa ni en la escuela se enseña a cómo hacerlo. 

En todas las charlas, la gente empatiza conmigo porque les hablo desde mi experiencia y mi historia de vida. De esta manera, muchas personas se animan a hablar, lo cual es algo bueno porque mientras más temprano lo hagas es mejor para la salud mental y física de una persona. Es muy importante ponerle nombre a lo que te ha pasado y sanarlo con ayuda profesional.

Necesitamos políticas públicas que generen conciencia sobre esta problemática social, para tratar de sacar del silencio este tema y así poder identificar casos de abusos sexuales y prevenir otros. Además, se deben incluir en el currículum escolar temas de educación sexual desde la temprana edad. Esa es una de las maneras de erradicar los abusos sexuales.

Hablar sobre el tema significa dejar de considerarlo tabú y así, las víctimas pierden el miedo y rompen el silencio.