Me llamo Fátima, y tengo un amor de 13 años al que la Consejería de Estudios de Canarias vulnera su derecho a la educación por tener autismo. A causa de la pandemia, mi hijo desarrolló una fobia social que le impide salir de casa. Ya perdió el curso pasado en el instituto por este motivo, ahora está repitiendo, y como no queremos que esto vuelva a suceder, solicitamos a la Consejería de Estudios la opción de recibir clases on-line como ya se hizo cuando los colegios permanecieron cerrados y que tan bien le funcionaron para continuar con su educación, pero la institución se niega a concedérnosla porque su condición en el espectro autista.

Para ellos, nuestro niño tiene una discapacidad que solo le permite recibir formación por parte de docentes cualificados y como no los hay, le dejan abandonado a su suerte, sin alternativas, sin más opciones, ni para él ni para ningún otro menor con autismo. 

Una justificación absurda porque él no tiene en su instituto esa figura de forma permanente (solo el apoyo educativo del NEAE un día a la semana). Mi hijo forma parte de su clase ordinaria como uno más, con el apoyo de sus compañeros y de profesores que adaptan el contenido a su nivel, no porque estén especializados en el trastorno, sino porque muestran interés por la educación de sus alumnos y por la diversidad. 

Es por ello que lanzo esta petición, para que la Consejería de Estudios revise el caso y nos permita realizar las clases on-line que mi hijo necesita. Por su derecho a recibir una educación secundaria obligatoria, porque hay informes de la psicóloga y la psiquiatra que avalan el diagnóstico de fobia social, porque esos “docentes cualificados” no existen de forma presencial, y se demostró durante la pandemia que él puede seguir las clases con interés y con mi ayuda. 

Necesitamos que la situación se resuelva urgentemente. Su centro no está ofreciendo la posibilidad de que dos profesores voluntarios vengan a casa a darle clase para que no pierda otro curso nuevamente, intentan darnos una opción y no podemos más que estar agradecidos por todo su apoyo y por seguir reclamando una solución por su parte. 

Pero esto es solo un parche, con dos días de estudio no puede aprobar el curso, ni tampoco dándole yo el temario que me pasan desde el centro. Ya trabajamos en casa su fobia social, con pequeños esfuerzos en salir dentro del edificio, para cuando él se encuentre preparado, poder volver a rodearse de gente, disfrutar de relacionarse, sin sufrir por ello. 

Así, queremos que la Consejería de Estudios de Canaria apruebe la formación on-line para nuestro hijo en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) que está cursando, sin ampararse en su discapacidad. Si tanto consideran que esta, condiciona su educación, deberían haberle proporcionado esa figura docente cualificada durante toda su vida educacional, y no usarla ahora en su contra para dañar su formación futura.